El crimen de Sergio Delgado Franco, el joven asesinado en Burgos el 24 de febrero cuando celebraba una despedida de soltero en una zona de copas por el mero hecho de ser vallisoletano, ha marcado la crónica negra de un 2023 en el que la violencia machista volvió a teñir de luto la Comunidad .
Dos meses después de su asesinato, tuvo lugar una concentración a las puertas del Ayuntamiento de Valladolid para reclamar justicia y en la que la familia de Sergio, diseñador gráfico y colaborador del Mutua Tenis Open de Madrid, reclamó el fin del "del odio por origen o entre provincias". "Somos personas, no podemos dejar que el odio se vaya sembrando y no queremos que cosas así ocurran nunca más", aseguró un portavoz. A la misma hora que medio millar de vallisoletanos reclamaban justicia, una concentración similar se celebraba en la plaza Mayor de Burgos.
Dos días después de la brutal agresión, la Policía Nacional detuvo a un joven de 23 años, vecino de Burgos y vinculado a un grupo de extrema izquierda cercano a 'Resaca Castellana' y a grupos ultras del Burgos C.F. Horas después de confirmarse este extremo, el club deportivo expulsó "de por vida" a esta persona como socia.
Mientras tanto, la lacra de la violencia machista volvió a sacudir la Comunidad. La única víctima mortal de la Comunidad ha sido Mónica Álvarez, apuñalada por su pareja en el domicilio que ambos compartían en el barrio vallisoletano de Pajarillos el 12 de agosto. El cuerpo de la víctima fue descubierto en torno a las 8.20 horas de la mañana, después de que la Policía recibiera una llamada que alertaba de un incendio en un inmueble. Hasta el lugar se trasladaron varias patrullas del CNP, así como efectivos de los Bomberos de Valladolid. Una vez allí, encontraron, en el interior de la vivienda, el cuerpo sin vida de una mujer con claros signos de violencia.
Horas después, fue detenido en Vigo a la pareja sentimental de la víctima, un hombre de 49 años, que desde el primer momento fue claro sospechoso, después de que los vecinos la calificaran de "conflictiva". El asesino confesó entre sollozos su autoría a los policías locales y portuarios de Vigo que entraron a detenerlo en un bar del puerto pesquero de O Berbés, mientras estaba consumiendo una bebida en estado nervioso. Además, presentaba numerosos arañazos en los brazos y cuando vio que los agentes municipales se acercaban a él, se derrumbó y confesó espontáneamente entre sollozos: "He hecho algo malo, he matado a mi mujer clavándole un cuchillo".
Por otra parte, Burgos amaneció conmocionada el pasado 4 de diciembre después del hallazgo de un del cuerpo sin vida de un recién nacido encontrado por una persona en las proximidades del puente de Gasset, un tramo habitualmente frecuentado por caminantes junto al río Arlanzón. La Policía Nacional confirmó que el bebé nació vivo y anunció la apertura de una investigación por infanticidio con el objetivo de localizar a los padres.
La muerte de un recién nacido también estremeció a la localidad leonesa de Valencia de Don Juan. En este caso, la madre, una mujer de 18 años, fue detenida días después de encontrar a su bebé fallecido en su domicilio. La investigación se puso en marcha por la Policía Nacional después de que la detenida ingresara en un hospital de León con una hemorragia compatible con haber dado a luz. Hasta el lugar se desplazó la Policía Nacional que, seguidamente, fue al domicilio de la joven, en Valencia de Don Juan, para llevar a cabo las comprobaciones pertinentes y fue en el registro cuando encontraron en su interior a un bebé recién nacido y fallecido en una bolsa de la habitación de la joven.
Rescate
Con final feliz terminó el rescate de dos espeleólogos, un salmantino y una vallisoletana, que se perdieron en la cueva Garmaciega-Sima del Sombrero, en Cantabria. Gracias al aviso de un amigo, a primera hora del domingo 23 de junio el 1-1-2 de Cantabria tuvo información que el sábado al mediodía habían entrado en la cueva dos personas que tenían que haber salido a las 6.00 horas del domingo y que no tenía comunicación con ellos. A las 8.00 horas se activó la pre alerta y a las 13 horas, el protocolo de emergencia y se puso en marcha el Puesto de Mando Avanzado, activándose los medios del Gobierno de Cantabria, incluido el servicio de espeleología. Finalmente, y tras unas 40 horas perdidos, fueron localizados en buen estado de salud en el interior de la cueva por efectivos del GREIM de la Guardia Civil.
Tráfico
La carretera volvió a dejar un dramático reguero de muertes. El accidente más dramático de este semestre tuvo lugar en la tarde del pasado el domingo 3 de junio en Ávila, en la autovía A-50, cuando un turismo que circulaba en sentido Salamanca se salió de la vía y volcó. En el acto falleció un varón de 35 años, mientras que su mujer de 34 y el hijo de dos años de ambos, que en un primer momento resultaron heridos de gravedad, fallecieron horas después. La madre en el hospital de Ávila y bebé en el Complejo Asistencial de Salamanca donde fue evacuado en helicóptero.
La familia vivía en Madrid, pero se dirigían hacia Torresmenudas, un municipio salmantino donde tenían previsto celebrar el cumpleaños de la madre de la mujer, que en el momento del accidente se encontraba embarazada.
Tres víctimas mortales también se cobró el accidente registrado el 16 de septiembre en la N-6 a la altura de Carracedelo (León), al colisionar una furgoneta y un camión. Los fallecidos, todos trabajadores de la empresa coruñesa Pinturas Gis de Carballo, iban en un vehículo estilo pick-up, al igual que los dos pasajeros que resultaron heridos.
Abusos
Los casos de explotación, en todas sus formas, también volvieron a aflorar en la Comunidad gracias a la acción de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. En Segovia, agentes del Cuerpo Policía Nacional evitaron la materialización de un matrimonio infantil pactado entre una menor de 14 años y un hombre de 30 con la detección de cinco personas, entre los cuales se encuentra la pareja de la menor, como autores de los delitos de agresión sexual y abandono de familia.
Mientras tanto, en la localidad abulense de Candeleda, la Guardia Civil liberó a diez mujeres nepalíes de entre 24 y 38 años de edad que eran obligadas a trabajar en condiciones de semiesclavitud en una empresa dedicada a la fabricación y comercialización de productos y alimentos envasados. En la operación, culminada el 2 de octubre, la Guardia Civil procedió a la detención de tres personas, los dos máximos responsables de la empresa implicada y un miembro de la organización que introdujo ilegalmente a las mujeres nepalíes en España. Las víctimas vivían en unas condiciones de habitabilidad e higiene "sumamente deficientes", en un espacio que carecía de calefacción, con varias ventanas sin cristales, una cocina sucia y un único baño, que además de estar privadas de su documentación, sin acceso a dinero y vigiladas constantemente.