Ronaldo Nazário da Lima ostenta, desde el pasado 1 de diciembre, el 82,7% del accionariado del Real Valladolid, curiosamente la representación del capital social del club en la última Junta General de Accionistas. El presidente y máximo accionista desde septiembre de 2018 ha ido incrementando su paquete accionarial hasta controlar la entidad en casi su totalidad, dejando apenas un diecisiete por ciento fuera de su propiedad. En principio, si no ha habido cambios, un 9,1% se mantiene, desde la etapa de Nacho Lewin y las Saralegui, en manos de Ágora Inversiones Patrimoniales S.A.; mientras que el resto pertenecerían a pequeños accionistas (Utopía del Sur, creada por Nacho Lewin, mantenía un 4,99% hasta hace poco).
Aunque el club ya no hace público el reparto de acciones, en la Memoria de Sostenibilidad, publicada esta misma semana, se recogía el último reparto oficial a finales de 2022, con Ronaldo Nazário como máximo accionista, al disponer del 72,77% de sus acciones, repartidas entre su empresa Tara Sports 2018 SLU (con sede social en Madrid, en el mismo despacho que Senn Ferrero Asociados), con el 51%; y su propia persona, con un 21,7%;Carlos Suárez mantenía un 10%;Inmobiliaria Ágora, un 9,1%; y el resto no se especificaba. «No constituye parte de grupo empresarial alguno, por lo que no presenta cuentas consolidadas», se recogía.
Pero ese reparto ha cambiado desde el pasado 1 de diciembre, fecha en la que tenía pactada su salida Carlos Suárez, pasando su diez por ciento a manos de Ronaldo.
Pacto que se alcanzó ya hace años, probablemente incluso en la propia compra-venta del principal paquete accionarial en septiembre de 2018. Ese mes, el brasileño pasó a ser el máximo accionista del Real Valladolid comprando por 21 millones (confirmado así en el juicio de Losada contra Carlos Suárez) el 51% del accionariado al que era entonces el dirigente de la entidad, Carlos Suárez. Éste había ampliado su paquete y mantuvo, junto a su mujer, Marta Urgoiti, un 16,02%.
En 2019 se produjo un primer cambio, alcanzando Ronaldo el 72,7%, quedándose Suárez con un 10%. Así consta en la Memoria del Ejercicio 2018-2019 del club, aprobada a primeros de diciembre de 2019 en su Junta General de Accionistas.
De esta forma, el nuevo reparto accionarial del club estaría ese 2019 encabezado por su presidente, Ronaldo, que tendría un 72,7 por ciento gracias a Tara Sports, constituida en mayo de 2018 -de la que el brasileño es su socio único desde enero de este 2019-, que tenía un 51,05%, fruto de la compra a Suárez en septiembre de 2018; y a su propia persona, con un 21,68%. Por entonces, Promociones Altai (con el que fuese vicepresidente del club, Álvaro Ruiz de Alda, a la cabeza) ya no aparecía después de haber tenido un 10,6%; y se mantenía Ágora (familia Muñoz), con su 9,1 (en el club siempre estuvo representado por Jacobo de Salas) y Utopía del Sur, mercantil cuyos dueños se desconocen, con el 4,99% (en 2000 llegó a tener el 15,8%).
Este reparto se ha mantenido hasta este mes. Aunque ya en plena pandemia (abril de 2020), Ronaldo aseguraba que tenía el 82% del accionariado –quizá porque, aunque no efectivamente, sí existía un acuerdo con Carlos Suárez para que sus acciones pasaran al brasileño–: «Compré por 30 millones el 51 por ciento de las acciones. Ahora tengo el 82%».
La realidad es que su control siempre ha sido total y desde diciembre ampliado en ese diez por ciento.