El Real Valladolid, en números de descenso

M.B.
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El Real Valladolid superó el primer tercio liguero con muchas dudas en su juego, con tan solo 9 puntos, en el penúltimo puesto y con un enfado generalizado de los abonados hacia la gestión de Ronaldo Nazário

Osasuna - Real Valladolid - Foto: IÑAKI PORTO

El Real Valladolid superó el primer tercio en la Primera División con 9 puntos merced a dos victorias y tres empates en 12 jornadas. Llegó al tercer parón de la temporada por los compromisos de las selecciones nacionales en el penúltimo puesto, aunque a un solo punto del Getafe, su próximo rival y en la zona de salvación. Lo hizo tras empatar ante el Athletic en un partido en el que se le escapó la victoria en el minuto 94 en una acción marcada por falta de concentración.

Esos 9 puntos igualan la peor clasificación histórica de un Pucela a estas alturas de temporada, siempre hablando desde que las victorias valen tres puntos, que data de la 1997/98.

Este primer tercio ha llevado también a una protesta continua, y cada vez más homogénea, de los abonados contra la gestión de la directiva, encabezada por su presidente, Ronaldo Nazário.

DATOS

Vayamos con los datos. El Real Valladolid es el tercer equipo que menos goles ha hecho (10) superando solo al Valencia y el Getafe, que han logrado 8; y es el más goleado, con 25 (Celta, Alavés, Las Palmas y Espanyol llevan 22 en contra). A eso se suma que es el segundo peor local, con tan solo 6 puntos en 7 encuentros, aunque como visitante, la victoria en Vitoria, le coloca un poco mejor (el 17º).

Los datos negativos siguen con el número de disparos a puerta (31), el segundo que menos de LaLiga junto al Valencia (este con dos partidos aún por jugar) y solo por delante de los 27 del Espanyol; y con las faltas realizadas, siendo el tercero que más hace, con 180 (solo el Getafe, con 219; y el Alavés, con 207, cometen más). Estas faltas o no son bien realizadas o suponen más amarillas, porque el Pucela lleva 42 (el que más de Primera).

Paulo Pezzolano ha usado a 26 jugadores, incluido Boyomo (solo faltan por debutar César de la Hoz y Ferreira), aunque solo Hein lo ha jugado todo (1.170 minutos), seguido de Luis Pérez y Lucas Rosa, con más de mil minutos ambos. Moro es el pichichi del equipo, con 3 goles; y Lucas Rosa el más amonestado (con 5 amarillas), superado por las 7 del entrenador.

SENSACIONES

Pero, por encima de los datos, a golpe de clic de cualquiera, están las sensaciones. Y las que hay en el estadio José Zorrilla no son las mejores. Los abonados, con récord este año con 24.000, muestran jornada a jornada su enfado en el coliseo blanquivioleta, con pancartas en las que se lee 'Ronaldo, go home' (Ronaldo vete a casa), pañoladas (como la del minuto 12 del último encuentro) y cánticos contra el presidente y la directiva.

El club, inmerso en una ampliación de capital de 6 millones, con cierta polémica por las quejas de uno de los accionistas minoritarios, navega entre la mejora de sus instalaciones y el mal momento deportivo en el regreso a Primera.

A la planificación de la plantilla, con por ejemplo solo dos laterales (más un 'refuerzo' del filial), condicionada por contratos largos y muy altos para el límite salarial del equipo (41,8 millones), le está acompañando el bajo rendimiento de 'pesos pesados', como Machis, Amath, Marcos André o Kenedy. Los cuatro, de perfil atacante, y con muchos partidos en Primera, están por debajo de lo esperado, aún no se han estrenado como goleadores y apenas están teniendo minutos. De hecho, tres de ellos han estado 'castigados' por el míster con alguna semana sin convocar.

Por contra, otros que se estrenaban en la categoría, como el estonio Hein o el internacional sub-21 Raúl Moro, están siendo la sorpresa positiva. Junto a ellos, Pezzolano está usando un equipo joven, de los más jóvenes de la Liga, con Diego Torres o Juma, de 21 y 18 años, en puestos importantes en la defensa; o Mario Martín, de 20, siendo relevante en el centro del campo.

La sensación es que el Real Valladolid es inferior al resto de las plantillas de la categoría -según la web Transfermarkt, su valor de mercado es de 44 millones, el peor, muy lejos de los 56 del Leganés o de los 71 del Rayo, los dos siguientes-, y que cada punto costará sangre, sudor y lágrimas. Y como muestra, el empate ante el Athletic de la última jornada.

DUDAS

Hay dinero, porque así se ha dejado claro desde el club, para reforzar el equipo en el mercado invernal. Pero también hay un problema: la primera plantilla tiene 23 jugadores, con lo que solo hay dos fichas libres. Y las que se quieren dar salida son las más altas y de los que menos minutos juegan. Con lo que para que entren refuerzos faltan huecos.

Los fichajes parecen claros: un lateral más, un defensa central, otro hombre de banda y un goleador que vea puerta; pero hay que priorizar y ver si da el control financiero de LaLiga.

Luego habrá que ver en qué posición y con cuántos puntos se llega a ese mercado. Quedan cinco jornadas para acabar el año (Getafe, Las Palmas y Girona lejos de casa; y Atlético de Madrid y Valencia, en el José Zorrilla). La necesidad de puntos empieza a ser acuciante, porque el ritmo actual es de 27 al final del curso, insuficientes a todas luces para salvarse. ¿Con cuántos debería llegar al parón? 9 más harían ver todo diferente, pero hay dudas de que se pueda sumar lo mismo en los próximos 5 partidos que en los 12 anteriores.

FUTURO

El futuro del club también es una incógnita. Ronaldo Nazário aparece más de vez en cuando por Valladolid, aunque sigue lanzando en sus redes sociales mensajes de ánimo: «Sabemos que no es fácil, pero sigo confiando en este equipo y sé que los buenos resultados llegarán. Hay que seguir luchando hasta el final». También es verdad que sus declaraciones sobre la venta tras el ascenso del año pasado y el hecho de hablar en la última Junta de Accionistas de que el club vale 0 euros preocupan.

La permanencia en Primera haría que el proyecto y ese legado que siempre ha asegurado el brasileño que quiera dejar tuvieran de nuevo una primera piedra. Pero otro descenso volvería a significar desaliento, desilusión y cada vez más complicaciones para aspirar a algo más que ser el equipo ascensor que ya es tras las últimas temporada. Quedan dos tercios ligueros para verlo.