Los pueblos más pequeños han perdido un tercio de su población

R.G.R
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Los municipios con menos de cien habitantes casi se duplican al pasar de 36 a 61 en este periodo y de 91 a 123, los de menos de 200. La falta de trabajo, principal problema

Un hombre mayor señala el deterioro de una de las casas del pueblo en el que reside. - Foto: Jonathan Tajes

Mucho se ha hablado de despoblación en los últimos años en la provincia. Muchas han sido las medidas que se han puesto encima de la mesa por parte de las administraciones para paliar la pérdida de habitantes, pero la realidad es que los pueblos más pequeños continúan, sin remedio, su camino hacia una más que probable desaparición.


Las localidades más pequeñas de la provincia han perdido prácticamente un tercio de sus habitantes durante las dos últimas décadas. El número de municipios con menos de cien habitantes no solo se ha duplicado durante este periodo de tiempo al pasar de los 36 existentes en 2003 a los 61 veinte años más tarde, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), sino que además han perdido el 30 por ciento de sus vecinos. En concreto, estos 61 municipios han pasado de contar 5.352 personas censadas a tan solo 3.700, lo que supone una perdida del 30,8 por ciento. Los descensos han sido generalizados y en algunos casos estas localidades incluso han llegado de perder hasta la mitad de sus vecinos como  consecuencia de la despoblación. 


No obstante, en siete pueblos se ha registrado un fenómeno contrario y han sido capaces de incrementar su censo a pesar de la falta de servicios y de posibilidades de encontrar un puesto de trabajo. En algunos casos, según relatan sus alcaldes, el motivo ha sido el asentamiento de una o más familias que se dedican al sector primario. 

Los municipios de la zona norte de la provincia sufren el efecto de la despoblación. Los municipios de la zona norte de la provincia sufren el efecto de la despoblación. - Foto: Jonathan Tajes


Se podría decir que la situación actual de estos municipios es cala mitosa, teniendo en cuenta que estos datos de población no son reales. El censo municipal no refleja, por norma general, la cotidianidad de estos municipios, donde realmente reside menos de gente. «No llegamos ni a la mitad», aclara el alcalde de Ramiro, Eduardo Gil. En la mayoría de los municipios no reside casi ni una tercera parte de las personas que sí están censadas, especialmente durante los meses de invierno, cuando muchas de las parejas de jubilados emprender el viaje de retorno hacia las ciudades. «Nosotros en realidad somos 25 en invierno, aunque nuestro patrón marca 48», destaca Gil. 


Llama la atención algunos casos de pérdida de población, como en las localidades de Bahabón y Santa Eufemia del Arroyo. En 20 años han perdido más de la mitad de su población. El caso del primero de los municipios es especialmente sangrante. Ni más ni menos que el 58 por ciento de sus vecinos han 'desaparecido' en este tiempo. Ahora, pasear por su calles puede llevar a la desesperación. Casas y tejados en mal estado, sin algunos servicios básicos como un bar o una tienda y sin demasiadas esperanzas de revertir la situación. 
Caminar por cualquiera de estas localidades en un día de invierno a partir de las seis de la tarde puede evocar a cualquier pueblo abandonado, ya que es muy complicado cruzarse con algún vecino y la vida se desarrolla en el interior de las viviendas.  


La mayor parte no tiene bar ni tampoco tienda donde poder adquirir la cesta de la compra diaria. Los vecinos no tienen más remedio que acudir a las cabeceras de comarca para adquirir los productos más básicos y aquí aparece el problema del transporte. Muchos van con vecinos o con familiares que les llevan o bien usan el transporte a la demanda siempre y cuando los horarios les cuadren con sus planes. Los regidores destacan que no siempre es fácil y muchas veces las personas mayores dependen de un favor.   
Planes y mejoras. Durante todos estos años, todas las administraciones, tanto ayuntamientos como la Diputación y la Junta, han adoptado medidas diversas en la lucha contra la despoblación, aunque los resultados no han sido los esperados con respecto a los pequeños municipios. No obstante, también hay que tener en cuenta que la provincia sí ha ganado población durante las dos últimas décadas al pasar de los 506.302 vecinos a los 521.071. 


El problema de la telefonía se extiende por amplias zonas de la provincia a pesar de que durante el último lustro se han instalado nuevos repetidores. La mayor parte de los municipios más pequeños debe conformarse con un único operador y pagar unos precios más elevados por la falta de competencia. Lo mismo ocurre en algunas zonas 'oscuras' de la provincia con internet o incluso con canales de televisión. 


Aunque los pueblos de menos de 200 vecinos también van en aumento, los alcaldes tienen claro que son los de menos de cien los que corren un riesgo claro de desaparecer. «El futuro lo veo muy mal. No creo que aguantemos mucho», comenta el alcalde de Fontihoyuelo, Jorge González. Una de las circunstancias que puede llevar? a la completa despoblación de estas localidades son las nuevas prácticas de la agricultura y la ganadería, ya que muchos profesiones de los municipios «van y vienen» todos los días desde la ciudad y no pernoctan en sus municipios, lo que ocasiona que sus casas permanezcan cerradas gran parte del año. «Están censados, pero ya casi nadie se queda», reconoce el regidor de Ramiro. 

 

Aldeamayor, Zaratán y Arroyo, los que más crecen 

El primer cinturón de Valladolid gana de calle la partida de crecimiento poblacional durante las dos últimas décadas. Mientras que la capital ha registrado una pérdida de vecinos del 7,7 por ciento al pasar de los 321.143 vecinos a los 297.459 censados, algunos municipios del primer cinturón han llegado a cuadruplicar su población como consecuencia de la marcha de parejas jóvenes desde la ciudad. 
Arroyo de la Encomienda es el municipio que más crece al pasar de los 5.087 a los 21.946 vecinos (un 331 por ciento), le sigue Aldeamayor, que pasa de los 1.718 a los 6.035 (un 251%) y Zaratán, que crece de los 1.812 a los 6.342 (un 250%). Son los municipios, los del área metropolitana los que crecen de forma uniforme por su cercanía a la ciudad.