El seleccionador de balonmano de Egipto, el vallisoletano Juan Carlos Pastor, bronce en Pekín 2008 con España, quiere conquistar su segundo metal como entrenador en los Juegos Olímpicos de París y captar la ilusión de los aficionados españoles para que den su apoyo al cuadro egipcio.
En una entrevista con Efe desde la Nueva Capital Administrativa de Egipto, a 45 kilómetros al este de El Cairo, Pastor (Valladolid, 1968), un nombre que resuena con gloria en los anales del balonmano español, asegura que los egipcios "quieren medalla" y hay "expectativas altas" tras ganar los Campeonatos de África y una cuarta posición en los últimos juegos de Tokio.
El exseleccionador de España de balonmano destaca que su filosofía de trabajo es "el día a día", y el objetivo a corto plazo del conjunto egipcio, que volará a París el 21 de julio, es "llegar a cuartos de final y tener un cruce competitivo".
Juan Carlos Pastor, entrenando en Egipto. - Foto: Efe"Después, todo es posible", sostiene.
Conquistar el corazón de los españoles
Los aficionados al balonmano en España tienen un gran recuerdo de Pastor al frente de 'los Hispanos', algo que se ganó a base de títulos con un oro en el mundial de Túnez en 2005, un segundo puesto en el europeo de 2006 y un meritorio bronce en los Juegos de 2008 en Pekín.
"Hay más entrenadores españoles que llevan selecciones: Chema (Rodríguez) lleva Hungría, Carlos Ortega lleva a Japón, España es España, está claro y Egipto somos nosotros. Ellos nos animarán a medida que nosotros les animemos a ellos", recalca el vallisoletano al dirigirse a los aficionados al balonmano españoles.
Para Pastor, el equipo dirigido por entrenadores de España "que vaya creciendo y superando etapas será el segundo equipo de los españoles", pero reconoce que sería muy especial para él crear una ilusión paralela en su país natal y espera que Egipto pueda ser "el segundo equipo de algunos".
Un primer partido especial
El partido inaugural ante Hungría de 'Los Faraones' tendrá un valor significativo para Pastor por dos razones: se reencontrará con Chema Rodríguez (bronce en Pekín 2008), esta vez en los banquillos después de ser su jugador en la selección española; y porque se medirá al país en el que entrenó los últimos diez años.
Preguntado por el conjunto húngaro, asegura que "son un buen equipo con buenos pivotes, lanzadores, centrales y buen ritmo" y con un "gran entrenador" al que le desea lo mejor después de su enfrentamiento.
Tras diez años como entrenador en el SC Pick Szeged (Hungría), el entrenador español conoce de sobra las capacidades de los húngaros y asegura que lo que le trajo al país de las pirámides en junio de 2023 fue el "ambicioso proyecto", por el que llegó a rechazar otras selecciones.
Pastor, que clasificó a Egipto a los Juegos Olímpicos de París tras salir campeón del Campeonato Africano de Balonmano, asegura que tienen "el grupo difícil", una fase preliminar donde se medirán con Francia -oro en Tokio 2021 y Rio 2016- Dinamarca, Hungría, Noruega y Argentina.
La generación dorada de Egipto
Pastor dirigirá en París a un equipo avalado por sus recientes logros: cuatro finales consecutivas y tres oros en los Campeonatos de África, además de una destacada cuarta posición en los Olímpicos de Tokio, lo que convierte a esta generación en la más exitosa de la historia del país.
Preguntado por la plantilla, apunta que el equipo "es una mezcla de jugadores en diferentes momentos de sus carreras", con jugadores como Ali Zein (33), ex jugador del Barcelona y ahora figura clave en el equipo; veteranos como Ahmed El Ahmar (40), cuya capacidad goleadora sigue siendo clave; y el joven Ahmed Hesham (24), una promesa emergente en el balonmano europeo.
Pese a esto, el técnico vallisoletano -medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo- se mantiene comedido y defiende que lo importante es "empezar ganando", debido al nivel de exigencia que le exigirá la fase de grupos y las consiguientes eliminatorias.
Asimismo, Pastor confiesa que "estos jugadores mueren por su país" y que son "buenos trabajadores y buenas personas, lo que es un punto a favor" de cara a sus aspiraciones en el campeonato olímpico, en el que la clave será "jugar como un equipo y luchar juntos".