La Policía Nacional de Valladolid ha detenido a 18 personas por delitos de estafa, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal, y a uno de ellos también por blanqueo de capitales. En total lograron 553.538,94 euros de entidades bancarias por préstamos obtenidos con documentación falsa.
La investigación se inició a raíz de una denuncia interpuesta por los responsables de la oficina de una entidad bancaria que sospecharon de una operación de préstamo por importe de 20.000 euros para la adquisición de un vehículo, al no atenderse las cuotas por parte de su signatario. El Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal, de la Brigada de Policía Judicial de Valladolid, encargado de la investigación policial de esta tipología delictiva, comenzó, en una fase inicial, una labor de investigación, determinando que efectivamente la documentación presentada para la obtención de dicho préstamo era falsa. A partir de ese momento y, bajo el amparo y la dirección del Juzgado de Instrucción Dos de Valladolid, se libraron los oportunos mandamientos judiciales al objeto de lograr la trazabilidad del dinero obtenido.
La investigación llevada a cabo concluyó, además de la falsedad documental, que el dinero de esta operación era transferido a la cuenta de una persona que, a su vez, era beneficiario de una importante relación de transferencias bancarias, cada una de las cuales tenía un importe semejante al de la operación financiera que dio origen a la denuncia inicial.
En una segunda fase de investigación de estas cantidades recibidas por el individuo, que se convirtió en el principal investigado, los investigadores policiales pudieron determinar que éste había sido el destinatario de 23 transferencias por importes cercanos a los 20.000 euros, cuyo origen, una vez reconstruidas individualmente cada una de las operaciones financieras, radicaba en préstamos fraudulentos obtenidos con documentación falsa.
El destino del dinero de dichas transferencias era, generalmente, el reintegro en efectivo por parte del principal investigado quien lideraba un grupo criminal.
El citado grupo estaba compuesto por una red de personas denominadas en el argot policial como "mulas" o "testaferros", que, a cambio de una comisión económica, se dirigían a oficinas bancarias de Valladolid, así como a provincias y comunidades autónomas limítrofes, provistos con documentación falsa elaborada por los principales responsables, con el propósito de obtener la financiación necesaria para las pretendidas operaciones de compraventa de vehículos, que eran falsas.
La operación policial Lancelot se cerró con 18 detenidos, habiendo sido puestos en libertad con cargos por el grupo investigador tras ser oídos en declaración en sede policial 17 de ellos. El líder del grupo criminal fue puesto a disposición de la autoridad judicial, que decretó su libertad con cargos.