El Barça perdió este miércoles contra Olympiacos (75-77) el primer partido de la serie de los 'Playoffs' de la Euroliga, en un duelo errático en el que quedaron colapsados y perdieron la ventaja de pista, con la obligación ahora de ganar el viernes y de por lo menos llevarse uno de los partidos en El Pireo si quieren estar en la Final Four de Berlín.
Ya predijo Roger Grimau que la serie no sería fácil pero lo que no contaba, seguro, el técnico blaugrana es con una versión tan errática de sus jugadores. Muchos fallos inesperados sobre todo en tiros de campo y muchas pérdidas que les condenaron en este primer partido, que los griegos se llevaron sin hacer tampoco un gran partido.
Quizá ahí radique la esperanza 'culer'. En que, haciendo un mal partido, sin acierto en ataque y con mucha tensión, se perdió sólo de 2 puntos y hubo opciones, en plural, de darle la vuelta en el marcador en el último cuarto, como cuando Laprovittola y Willy Hernangómez perdieron una bola que podía igualar la contienda en el último minuto.
Colapso sin arreglo. Quizás Ricky Rubio y Jabari Parker se salvaron de la quema. El Barça pudo aprovechar la magia del Palau Blaugrana pero no lo hizo. A partir de ahora solo queda margen de mejora y el deber de hacerlo o Berlín pondrá su muro entre el equipo blaugrana y su ahora llamado Uber Arena. Porque, pese a coquetear con la remontada, esta nunca llegó a parecer viable ante los errores no forzados, como si el Godó de tenis todavía estuviera en liza, de los locales.
Y eso que una buena canasta en suspensión del 'capi' Álex Abrines, asistido desde la línea de fondo por Ricky Rubio, permitió al Barça cerrar un ya extraño primer cuarto con 18-19 en el marcador. Un resultado bueno para los blaugranas, que llegaron a perder por 7 puntos (4-11) tras un parcial de arranque de 0-6 a favor de los de El Pireo.
Pero las cosas volvieron a ir a peor en el segundo cuarto, que estuvo claramente marcado por una antideportiva a Jan Vesely, a 2:10 para el final, que hizo perder los nervios a Roger Grimau, muy desconforme con la decisión. El Palau Blaugrana explotó e hizo fallar a Moses Wright los dos tiros libres, pero Isaiah Canaan anotó un triple acto seguido y se encaró con la grada.
Ambiente hostil y caliente en el Palau que el equipo no supo aprovechar, porque los 'culers', tras este episodio, pasaron de ir arriba tras una canasta de Da Silva (30-27) a irse al descanso con un muy malo 35-44. Se desconectaron los blaugranas y Grimau tuvo que dar con la tecla en los vestuarios. Y es que a su equipo apenas le entraba nada.
Pero no pudo funcionar. Los blaugranas sudaban para ver el aro y, por contra, varios jugadores de Olympiacos parecían anotar con tan solo soplar el balón. Los de Georgios Bartzokas, con una recibida indiferente y algún aplauso en un Palau que fue su casa, se fueron +13 arriba con un 2+1 de Nigel Williams-Goss, con apenas 3 minutos restantes en el tercer parcial.
Ahí todo parecía perdido. Pero, desde entonces y hasta el final del cuarto, el Barça logró un parcial de 7-0 tan solo roto por un tiro libre de Canaan. Un resultado que daba cierta esperanza, que no prosperó, a un Barça que venía de ganar a Olympiacos en los dos partidos de la Fase Regular y que llegaba sin bajas al choque. En los de El Pireo no pudo jugar el exblaugrana Kostas Papanikolaou. No les hizo falta para ponerse por delante en la serie y recuperar el factor pista, ya que si los de Bartzokas ganan los dos duelos en casa irán a Berlín.