La okupación de las dos viviendas del edificio del número 4 de la calle Olmedo, en Las Delicias, finalizará este jueves. La asistente social del Ayuntamiento pudo hablar este miércoles con las tres personas que todavía quedaban dentro, después de que las otras dos abandonaran el edificio el martes, para ofrecer alternativas a su situación. Los tres inquilinos han aceptado trasladarse al albergue municipal, donde los técnicos harán un estudio más detallado de su situación y, en función de los recursos disponibles, ofrecerán la ayuda que sea posible. Siempre dentro de los mismos itinerarios que se ofrece al resto de personas que están en una situación de vulnerabilidad.
Este acuerdo pone fin a un capítulo de okupación que comenzó el pasado fin de semana, aunque el edificio ha estado en las mismas circunstancias en varias ocasiones en los meses pasados. De hecho, en las últimas semanas se han abortado otros cuatro intentos de okupación. El Ayuntamiento de Valladolid está esperando a que se haga efectiva la salida para sellar los accesos y evitar que se vuelva a repetir esta situación. De hecho, el material de obra ya era visible el miércoles.
Además, este capítulo servirá para el Consistorio inicie los trámites para el derrumbe del inmueble, declarado en ruina económica. Una situación que se puede dar cuando el arreglo de sus desperfectos suponga un coste superior al 50% del valor del edificio, como es el caso. El edificio se encuentra desde hace tiempo muy deteriorado y en un "estado de insalubridad", toda vez que algunas de las bajantes no estaban conectadas a la red general y había filtraciones.
En teoría, deberían ser los propietarios los que asumieran los costes del derribo y de una posible construcción de otro edificio, pero el Ayuntamiento lleva semanas intentando contactar con ellos sin mucho éxito. Algunos han fallecido y otros tienen "problemas" de herencia que incluso en algunos casos han acabado en el juzgado por renuncias a las mismas.
De este modo, el Ayuntamiento ha decidido actuar y costear el vallado primero y, posteriormente, el derrumbe, después de que se haga el correspondiente estudio técnico. Lo hará como una ejecución subsidiaría y posteriormente intentará repercutir ese gasto en los propietarios de los edificios. Algo que, en vista de lo acontecido hasta ahora, no será nada fácil.