Iveco ha presentado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que contempla parar la actividad de la fábrica de Valladolid un máximo 42 jornadas entre mediados de este mes y el 11 de abril de 2025, repartidas en fechas aún no concretadas pero dentro de ese intervalo, para poder encajar sin despidos una bajada de producción como consecuencia de una caída eventual de pedidos que, en realidad, ya se viene notando desde antes del verano. Afectará a toda la plantilla, integrada actualmente por un millar de empleados entre los que trabajan para la gama heavy (vehículos pesados, camiones) y los de la Daily (cabinas), y será el primero que se ejecute allí desde los que se sucedieron entre 2020 y 2022 por la pandemia, la crisis de suministro de componentes y la escalada de precios.
El inicio del periodo de consultas con los sindicatos para negociar el nuevo ERTE arrancaba este pasado lunes con un plazo ordinario de 15 días naturales que podría ser inferior si se alcanza antes un acuerdo, algo para nada descartable cuando la planta de Valladolid cuenta con la referencia del precedente de la de Madrid, donde ya se negoció y aprobó un expediente similar hace un mes, aunque en ese caso con un máximo de 57 días de parada entre el 11 de octubre de 2024 y el 31 de marzo de 2025.
De hecho, la regulación vigente en la factoría madrileña ya estaba afectando a un centenar de empleados de Valladolid, los que están vinculados a la producción de camiones, que no trabajaron varias jornadas el mes pasado. Unas paradas que se llevaron a cabo con cargo a la flexibilidad disponible por convenio, si bien su bolsa de horas en negativo se estaba agotando. Y ahora, una vez salga adelante el nuevo ERTE, los días de suspensión de jornadas se extenderán a todos los trabajadores, dado que la bajada de demanda afecta a las dos gamas que se fabrican en Valladolid, incluida la Daily, que es la que emplea al 90% de la plantilla.
Los sindicatos ya fueron preavisados por la empresa sobre este próximo ERTE el 25 de octubre, tal y como ya informó entonces El Día de Valladolid, y este pasado lunes tenía lugar la primera reunión del periodo de consultas, en la que se les facilitó la documentación preceptiva (memoria explicativa e informe técnico, fundamentalmente). "Según nos han comunicado, para el próximo año esperan un primer semestre con poca producción y confían en que la situación mejore a partir del segundo", resumía en declaraciones a este periódico la secretaria general de la sección sindical de UGT en Iveco Valladolid, Alicia Carrascal, a quien no le cogía de sorpresa la noticia, ni este lunes ni cuando se les anticipó hace dos semanas: "Viendo la situación en la que se encuentra el sector de la automoción en general, como mucho veíamos opción de que pudiéramos acabar este año sin ERTE, pero a la vista está que no", añadió. Y en la misma línea se expresaba su homólogo de CCOO, Juan Carlos Calvo: "Llevábamos una temporada larga sin ERTE, pero apuntan que las ventas han caído de manera importante y tienen que ajustar producción".
El acuerdo por el ERTE en Madrid no fue sencillo por discrepancias entre los sindicatos durante el periodo de consultas, pero terminó siendo respaldado por la mayoría y ha sentado unas bases que servirán ahora como referencia para que los trabajadores de Valladolid "no se queden atrás", remarcaba Alicia Carrascal. Lo pactado allí, entre otros puntos, contempla por ejemplo un 82% de garantía mínima del salario mensual, independientemente del tramo en el que se encuentre el trabajador para el cálculo de su desempleo (70%, 50% o sin prestación); así como el 100% del cobro de extras, antigüedad, 'plus presencia' (sin descuento proporcional por número de días de ERTE), variable (también sin ese descuento proporcional) o vacaciones; y garantía del 100% de las bases de cotización para los empleados mayores de 55 años, de tal modo que al menos no les afecte al cálculo de su futura jubilación.
Bajada progresiva de producción en el segundo semestre
El año en curso coincide con el lanzamiento de modelos renovados en las dos gamas que trabaja Iveco en Valladolid, que se han tenido que adaptar a una nueva normativa europea que tenía el 1 de julio como fecha límite de implantación e incluía cambios que han elevado costes y, en consecuencia, también precios finales. A tal circunstancia se atribuye en el sector buena parte del aumento de la demanda comercial que se produjo durante la primera mitad del año, presumiblemente, por empresas que pudieron anticipar compras para ahorrarse tal subida de precios; y de ahí también el descenso de pedidos de los últimos meses, que ya llevaron a eliminar el turno de noche de camiones el verano pasado.