Vox se quedó hoy sólo en el pleno de las Cortes en su rechazo al "efecto llamada" que deja miles de migrantes fallecidos en los mares y en su petición de devolver a los menores no acompañados a sus países de origen. Ni siquiera los dos procuradores que abandonaron el grupo -Javier Teira y Ana Rosa Hernando- apoyaron la moción, que fue rechazada por PP, PSOE, UPL-Soria YA y el Mixto.
En la presentación de la iniciativa, el procurador de Vox Miguel Suárez Arca pidió sin éxito dar los primeros pasos para iniciar un cambio de rumbo en Castilla y León con la aplicación de protocolos para determinar la edad de quienes dicen son menores y firmar convenios con sus países de origen para devolverlos con sus familias.
Además, Suárez Arca puso sobre la mesa las "mentiras" sobre los menores migrantes no acompañados, de los que señaló el 93 por ciento son varones y el 70 por ciento tiene origen marroquí, a pesar de que se diga que huyen de la guerra. También rechazó las "falsas" bondades de la inmigración "descontrolada" como que palía la despoblación o garantiza el estado bienestar.
La 'popular' Noemí Rojo Sahagún aseguró que la iniciativa pide acciones que no son competencia de la Junta, que añadió defiende la migración "legal y ordenada", pero protegiendo a los niños que llegan a Castilla y León. Sobre las pruebas de determinación de edad, recordó que es el Ministerio Fiscal quien las ordena en caso de duda. "Los servicios sociales de Castilla y León les importa muy poquito", respondió a Vox.
La socialista Nuria Rubio denunció el intento de Vox de criminalizar a las personas migrantes, incluidos los menores no acompañados, para enfrentar a unas personas vulnerables con otras y sembrar un discurso de odio. "PP y Vox son exactamente lo mismo", dijo y defendió los centros de acogida en Villablino (León) y Soria pese a la orden de la Junta que limita el número de usuarios. "Castilla y León necesita vida", sentenció.
El 'leonesista' José Ramón García rechazó la moción así como los "populismos" de un lado y otro. Además, pidió "soluciones reales" y "eficaces", que sean compatibles con los derechos humanos y el marco legal vigente. De esta forma, descartó sólo un enfoque "disuasorio", si bien reclamó controles sobre las "mafias" y la correcta identificación de los menores.
En nombre de Unidas de Podemos, Pablo Fernández recordó a Vox que son los inmigrantes los que ayuda a la Comunidad a salir del "pozo" de la despoblación y les afeó que les pongan "alfombra roja" a otros extranjeros como los "fondos buitre". "Ustedes a lo suyo, al racismo y a la aporofobia", dijo al tiempo que deslizó que su alianza con su "idolatrado" Donald Trump acabará con ellos.
Finalmente, el procurador Francisco Igea aludió a los discursos de odio contra los inmigrantes del grupo Núcleo Nacional, investigado por un juzgado de Valladolid, y estableció vínculos con Vox, que recordó fue socio de gobierno del PP.