Los barones populares estallan

Agencias
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Los principales líderes del partido exigen soluciones que pongan freno ya a un conflicto interno que está haciendo «mucho daño»

Los barones populares estallan - Foto: DAVID MUDARRA

Conscientes del daño que la guerra abierta entre Génova y Sol está haciendo al PP tras las acusaciones cruzadas de espionaje, los presidentes autonómicos de la formación reclamaron ayer que se conozca la «verdad» y que se solucione rápido el conflicto.

Uno de los más tajantes fue el dirigente gallego, Alberto Núñez Feijóo que, pese a mostrarse leal a Pablo Casado, criticó la actuación de la dirección nacional frente a las sospechas contra Isabel Díaz Ayuso. El líder de la Xunta reclamó una resolución «rápida» y que tras un día «muy desafortunado» el PP tenga suficiente «cintura» y «capacidad para solventar la hemorragia». 

Feijóo afirmó que ve «bastante lógicas» las explicaciones de Ayuso sobre el contrato para adquirir mascarillas relacionado con su hermano y consideró precipitado poner conductas en sospecha.

Más esquivo estuvo el dirigente andaluz, Juanma Moreno, que pidió «unidad», diálogo y «respeto mutuo» para solucionar los conflictos, a la vez que quiso mantenerse alejado del ruido político.

También el líder en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, inmerso en las negociaciones para formar un complicado Gobierno, instó a que «la verdad se abra paso por encima de todo» y a que se aclare la guerra.

Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, fue quien más claramente se alineó tanto con Casado como con el secretario general del PP, Teodoro García Egea, con quien comparte amistad desde su juventud. 

Del número dos de los populares, López Miras aseguró que trabaja siempre guiado por lograr lo mejor para la formación conservadora aunque su labor es «muy ingrata y casi nadie la reconoce». No obstante, el político recalcó, hasta en dos ocasiones, que defiende la honorabilidad de Ayuso.

Mientras, la secretaria general del PP de Baleares, Sandra Fernández, trasladó la «perplejidad» de la formación ante lo ocurrido en Madrid y reconoció que existe «malestar» entre la militancia. «No es nuestro papel, no es lo que nos corresponde ni es lo que nos piden los afiliados, pero quienes tienen la oportunidad y la responsabilidad, deben resolver la situación de inmediato», afirmó.

Conversaciones abiertas

Tras hacerse públicas estas manifestaciones, Casado mantuvo conversaciones con todos los presidentes autonómicos del partido para tratar personalmente la crisis abierta.

Entre los dirigentes territoriales hay preocupación por la magnitud de esta guerra interna, que está siendo retransmitida en directo por los medios de comunicación y provocando «mucho daño». Todos coinciden en que hay que buscar una solución rápida para atajar este enfrentamiento cuanto antes.