Castilla y León ha perdido 19.800 beneficiarios de prestaciones por desempleo entre enero y septiembre de este año, por lo que el número de personas que cobra el paro, el subsidio o la Renta Activa de Inserción se ha reducido en estos nueve meses un 14 por ciento hasta situarse en 117.410. Hay que remontarse a 2011 para encontrar un dato de beneficiarios tan bajo en la Comunidad cuando registró una media anual de 115.700 parados que recibían algún tipo de ayuda, según las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
A fecha de septiembre, que es el último dato disponible, un total de 117.410 castellanos y leoneses cobraba alguna prestación por desempleo, pese a que las listas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social tienen contabilizados a 233.799 parados. De ahí que la cobertura del sistema de protección por desempleo se situara en el 50,2 por ciento frente al 55 por ciento en diciembre. Es decir, en la actualidad, la mitad de los desempleados no recibe ninguna ayuda.
Las provincias de Avila, Palencia, Salamanca y Zamora están con un grado de cobertura por debajo de la media regional, al rondar el 47 por ciento y muy lejos de Soria, que con un 62 por ciento es el territorio donde hay más beneficiarios de prestaciones.
La mayor parte de ellos cobra una prestación contributiva, más conocida como el tradicional paro. Las 61.970 personas que la reciben significan el 52,7 por ciento del total y la cuantía se obtiene en función de la base de cotización de los últimos seis años empleado.
Una vez agotada esta prestación o quien no tenga cotizado el tiempo suficiente, hay que optar por ayudas extraordinarias, aunque es necesario cumplir unos requisitos. Es el caso del subsidio de desempleo que ahora cobran 45.744 castellanos y leoneses (38,7 por ciento) y que reciben 426 euros durante un máximo de seis meses, o de la renta activa de inserción, mediante el que unas 10.000 personas perciben otros 426 euros, según el SEPE.
La cuantía media de todas las prestaciones contributivas está en 807 euros, treinta menos que a principios de año y por debajo de la media nacional, que se encuentra en 828 euros. El menor número de personas que cobra una ayuda pública tiene su influencia en el desembolso del Estado. La factura mensual del Ministerio de Empleo y Seguridad Social para el pago de prestaciones en la región se situó en septiembre en 108 millones frente a los 132,3 millones destinados en enero de este año.