El Consistorio controlará el ruido del ocio y de las motos

M. Rodríguez
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Medio Ambiente presentará en julio un paquete de medidas que incluye campañas de concienciación, más restricciones en las áreas de concentración de bares y control de los escapes de las motocicletas

Arco de Ladrillo. - Foto: Jonathan Tajes

Valladolid quiere poner coto a la contaminación acústica y pondrá en marcha campañas de concienciación, aplicará más restricciones en las zonas de concentración de bares, realizará controles de los escapes de las motocicletas y creará 'zonas tranquilas' para escapar del bullicio. Estas son algunas de las medidas que fijará el plan de acción que se presentará en julio.  

Este plan deriva del mapa del ruido que realizó en 2018 la Concejalía de Medio Ambiente, que se actualizó en junio de 2022. Con estos datos, los técnicos están diseñando este paquete de medidas. El plan se aprobará inicialmente en el Pleno de julio y después se someterá a exposición pública para sumar las aportaciones vecinales y de colectivos interesados, y deberá estar aprobado antes de enero de 2025, tal como exige la Unión Europea. 

Novedades

La principal novedad es que incluirá medidas para rebajar los efectos de la contaminación acústica derivada del ocio, con especial atención a la generada por el nocturno, que hasta ahora no se contemplaba en otros planes. Así se potenciarán las zonas saturadas acústicamente (ZAS) y las campañas de concienciación, entre otras medidas. Además, se plantea la propuesta de creación de 'zonas tranquilas'. La idea es determinar espacios en puntos específicos de la ciudad, donde los ciudadanos puedan escapar al bullicio. Esto se garantizará con la prohibición de actividades que generen ruido.

Unas propuestas que quieren rebajar el porcentaje de población que soporta niveles medios de ruido por encima de los límites permitidos, que ahora es del 3%. Eso implica que están sometidos a un martirio sonoro que puede tener consecuencias para la salud física y psicológica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que cualquier sonido por encima de los 65 dB (decibelios) durante el día y 55 dB de noche afecta a la salud. 

Este es el caso de Las Delicias, en la zona de Canterac y Arco de Ladrillo, donde unos 2.500 vecinos sufren niveles superiores a los 66dB. Esto se debe, en parte, a que viven cerca de las vías y grandes avenidas que vertebran el tráfico hacia los polígonos, pero también por la escasez de calles limitadas a 30 kilómetros por hora. También hay otras áreas donde la incidencia es muy alta, sobre todo en horario nocturno, como sucede en la zona centro. 

En Las Delicias, Campo Grande, Huerta del Rey, Parquesol y Rondilla, que son los barrios que encabezan el ranking de población expuesta a niveles de ruido por encima de los límites legales -más de 66dB de media durante las 24 horas-, la gran fuente de contaminación acústica es el tráfico rodado, ya que el derivado de la industrial no sobrepasa en ningún punto estos niveles máximos. Una situación que también certifica otro informe de la Dirección General de Tráfico que refleja que el 80% del ruido ambiental que soportan los ciudadanos los causan los vehículos a motor. Por eso, se fijará el control de los escapes de las motocicletas con revisiones y evaluaciones en el Centro Municipal de Acústica.

Esto se suma a las medidas correctoras que se han ido aplicando desde hace un lustro, que han ayudado a rebajar el 50% la población afectada por este problema. En Las Delicias, en 2018, se contabilizaban más de 2.300 vecinos expuestos, una cifra que se rebaja en junio de 2022 a poco menos de 1.400. Así lo demuestran las mediciones de los sonómetros distribuidos por la ciudad para realizar las mediciones en tres periodos diarios (el de día, que va desde 7:00 a 19:00 horas, el de tarde, que abarca desde las 19:00 a 23:00 horas y el de noche, entre las 23:00 y 7:00 horas). 

Esos aforos de tráfico rodado, medidos en 2021, ya apuntaban que había bajado aproximadamente el 20 por ciento con respecto a los datos de 2017 el ruido derivado del tránsito de vehículos. Pero también se ha notado ampliación de las zonas peatonales en el ensanchamiento de aceras, la ampliación de los ciclo carriles, que restringen la velocidad de los vehículos a 30 kilómetros por hora, al igual que la reducción legal a esta misma velocidad en las vías de un único carril por sentido de circulación. 

Ordenanza

Las medidas correctoras que se incluyen en el plan de acción son transversales. Muchas necesitan la implicación de otras áreas, como pueden ser las de Urbanismo y Movilidad. Este nuevo plan probablemente se acompañe de una revisión y actualización de la ordenanza de ruidos y vibraciones, que se actualizó en mayo de 2013.  En esta norma, se recogen las prohibiciones y sanciones, incluidas las de los establecimientos hosteleros, que en infracciones muy graves pueden alcanzar los 12.000 euros y se hay reincidencia pueden conllevar orden de clausura del local.

Pero esta actualización será posterior al plan y también está condicionada a la modificación de la legislación regional. De hecho, el Ayuntamiento está pendiente de la actualización de la Ley del ruido. El Partido Popular y Vox  registraron el 29 de abril una Proposición de Ley (PL) para modificar esta ley. Se busca introducir  modificaciones para «adaptarse» a la realidad social y al marco normativo en vigor a nivel europeo y estatal, así como a la evolución de la tecnología en los últimos años. Además, ambos partidos añaden la necesidad de dar seguridad jurídica a las administraciones y a los operadores directamente afectados por su aplicación.

Así, se plantea cambiar la redacción de los artículos sobre realización de obras en vías públicas y cumplimiento de niveles acústicos de la maquinaria utilizada en estas, buscan adaptarlos a las condiciones reales y a las posibilidades de mantenimiento de los equipos. Y también de los que tienen su origen en la pandemia de la covid-19, tras la que han proliferado los ámbitos de ocio exteriores a los locales y se han iniciado por parte de los ayuntamientos la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), con una «abundante casuística».