Quedan cuatro jornadas para finalizar la liga. En juego, doce puntos con los que se decidirán qué dos equipos ascenderán directamente a Primera y qué otros cuatro tratarán de subir mediante una promoción. Y en esa pelea está, más de lleno que nunca el Real Valladolid, colíder antes del comienzo de la jornada 39.
Si uno mira la clasificación hoy da la sensación de que hay otros tres equipos, Leganés, Eibar y Espanyol, que están también en la lucha por subir directamente. El resto se encuentran, mínimo, a 9 puntos de los dos primeros... y con esos 12 en juego parece complicado que lleguen.
A partir de esta premisa, es momento de saber cómo acabaría la clasificación en caso de empate a puntos, tanto con un solo equipo como con dos o incluso tres, aunque este caso es una hipótesis muy complicada de darse.
Calendario de las últimas cuatro jornadas.El Real Valladolid sería el gran perjudicado si acaba la liga empatado a puntos. Tanto en duelos directos como en el resto de supuestos.
Para empezar, como se puede comprobar en estas últimas jornadas, con el Leganés. Vallisoletanos y madrileños se encuentran con 67 puntos en el inicio de la jornada, pero es el cuadro de Borja Jiménez el que lidera la clasificación. La razón se encuentra en las reglas de competición de Primera ySegunda, y en cómo se dilucidan los empates a puntos.
«En el supuesto de que dos clubes finalizaran el Campeonato con igualdad de puntos, el empate se dilucidará (...) en los siguientes términos en el orden expuesto y con carácter excluyente: 1. Mayor diferencia de goles entre los anotados y recibidos en los partidos disputados entre ellos. 2. Mayor diferencia de goles entre los anotados y recibidos en el cómputo general de la competición», reza ese reglamento federativo.
Así, el Real Valladolid y el Leganés seguirían empatados tras 'tirar' de sus duelos directos (1-1 en Zorrilla y 0-0 en Butarque), con lo que habría que ir al segundo supuesto, en el que el cuadro pepinero parte con mucha ventaja: más 27, con 50 goles a favor por 23 en contra; por los más 15 del blanquivioleta, con 46 a favor por los 31 en contra.
Tampoco saldría beneficiado el cuadro pucelano en el caso de empatar a puntos con el Eibar. La razón se encuentra en que en el encuentro en Ipurúa, los armeros se impusieron por 5-1, mientras que en el José Zorrilla el triunfo fue para los blanquivioleta por 3-1. El Eibar quedaría por encima por esa mayor diferencia de goles en sus encuentros.
La tercera variable en duelos directos se resolverá este fin de semana, en el duelo en el coliseo vallisoletano ente Pucela y Espanyol. Los periquitos se impusieron en la primera vuelta por 2-0.
Pero también hay otras opciones, como un triple empate entre Leganés, Eibar y Real Valladolid. También en esta posibilidad el perjudicado sería el cuadro que dirige Paulo Pezzolano. Para resolver la clasificación se miraría la puntuación de los partidos disputados entre ellos, como si los demás equipos no participaran. Así, el Eibar sumaría 6 puntos y Leganés y Pucela se quedarían en 5. De nuevo, la mayor diferencia global de goles entre los anotados y recibidos decantaría la balanza a favor de los madrileños.
Hay varias opciones más, que dependen de lo que pase este fin de semana en el Real Valladolid-Espanyol. Estas pasarían por un cuádruple empate o un triple con los catalanes en liza. Para que estos se den, el Pucela no debería ganar al cuadro periquito. Y si esto último ocurre en todos los casos el perjudicado sería precisamente el conjunto de Pezzolano.
Ahora mismo, en todos los triples y en el posible cuádruple empate, con el Espanyol añadido a Leganés y Eibar, el Pucela sería el último. De hecho, en el caso de ser los cuatro los que acaban igual ni ganando estaría entre los dos mejores.
Por eso, la única variable para salir beneficiado, solo en el supuesto de triples empates –con el cuadro perico en liza–, sería ganar al Espanyol. Y con esos tres puntos, sería muy complicado un empate final ya que los catalanes se quedarían a nueve de los castellanos, con los mismos por jugarse.
Sea como fuere, los empates no son el mejor aliado de un equipo, el de Pezzolano, que quiere ascender directamente.