El sello del nuevo equipo de Gobierno llega a las políticas de movilidad. Esta semana se aprobó en Pleno, no sin un intenso debate, la reversión de parte de las medidas implantadas con el plan Valladolid Verde en 2020 por la coalición PSOE-VTLP. «Queremos implantar un modelo de movilidad integral, consensuado y sostenible, para mejorar la misma en todos los aspectos. Rechazamos un plan que responda únicamente a intereses particulares», subraya el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca.
Estos cambios, que se comprometieron en campaña electoral, se justifican en la «mejora de la capacidad de las vías» donde se había limitado la circulación de vehículos privados. Aunque no se actuará en todas. Por un lado, conllevarán la supresión antes de que finalice este mes de los tramos del carril bus en el puente de Poniente y de Isabel la Católica, además del de la calle López Gómez. También está previsto que en la primera semana de diciembre desaparezca el de bici exento de la avenida de Gijón, que se sustituirá por ciclocarriles en ambos sentidos y un nuevo tramo de carril bici exento entre el Puente Mayor y el Canal de Castilla. En este caso, el alcalde, Jesús Julio Carnero, considera que con esta actuación una vía como la avenida de Gijón recuperará la «funcionalidad» y eso influirá «en la mejora del tiempo de respuesta de atención de emergencias» del parque de bomberos de las Eras, ya que apunta que el carril bici podía entorpecer el paso de sus vehículos.
La nueva ordenanza, que avala esta replanificación, también contempla la desaparición del carril bici de Isabel la Católica, aunque no se hará efectiva hasta que se construya un nuevo itinerario en la parte interior de la zona verde. Esta semana también se ha aprobado la licitación de este carril alternativo, con un presupuesto cercano al millón de euros y un plazo de ejecución de diez meses. La previsión es que las obras para el nuevo itinerario de 1,1 kilómetros comiencen en febrero de 2024. Esto implica que el paseo de Isabel la Católica no recuperará el segundo carril para la circulación de vehículos privados hasta 2025.
Vinculado a estos cambios está el plan para la ampliación de la capacidad del puente de Poniente. Esta semana se ha adjudicado la elaboración de proyecto técnico actualizado, sobre el que se presentó en 2011, por 25.000 euros aunque el presupuesto para la obra ascenderá a 5 millones de euros. La intervención, que ampliará a tres los carriles de circulación, se justifica en que «persigue la adecuación funcional del puente a fin de incrementar su capacidad de absorción del tráfico rodado implementando un nuevo carril y mejorar simultáneamente su utilización en los modos peatonal y ciclista».
Está por ver si se destinará uno de los tres carriles a uso exclusivo para el transporte público, aunque se apunta que incluso podría establecerse este mismo en contrasentido, en caso de que la ordenación del entorno así lo recomendase. Y también se sugiere aprovechar la actuación para conectar en la margen derecha con el carril bici procedente de la avenida de Salamanca. La previsión es que las obras comiencen en junio del próximo año y el plazo de ejecución se estima en 12 meses, lo que retrasa su puesta en funcionamiento a mediados de 2025.
Críticas.
Los partidos de la oposición y diversos colectivos sociales se han mostrado muy críticos con esta decisión, que consideran que la ciudad dejará de ser un referente positivo para ser el «hazmerreír» de las capitales europeas en materia de movilidad. En este sentido, el exalcalde y presidente del grupo municipal del PSOE, Óscar Puente, considera que Valladolid pierde el 25% de los carriles bus y dos carriles bici: «Es una decisión que no se adopta en ningún país de Europa. Solo en España por las coaliciones de PP y Vox». Asimismo, denuncia que esta reversión se aplica «con todos lo informes y los datos en contra». «No tienen uno solo que avale la decisión que han adoptado», añade.
Desde VTLP se defiende que los datos avalan que los cambios del anterior equipo de Gobierno habían dado sus frutos, con un incremento notable en el uso de la bicicleta en la ciudad, especialmente desde la introducción de Biki, pero también de los usuarios de Auvasa.