Un total de 75 personas recibe tratamientos contra la adicción al juego en Valladolid en lo que va de año 2024, de los que 69 son hombres y seis mujeres. De ellos, además, cuatro son menores. A lo largo del año pasado, se incorporaron a la Asociación de Jugadores Patológicos Rehabilitados de Valladolid (Ajupareva) 119 usuarios (105 hombres), datos que hoy se pusieron de manifiesto en el transcurso de la presentación de las conclusiones del proyecto contra la adicción a las TICs y al juego de azar 'Prevención en las aulas', que ha llegado a 316 alumnos en siete institutos, pero que pretende hacerlo con 2.000 estudiantes en 150 talleres, en el marco de medidas de prevención. Esto supone que en los más de 30 años de la asociación, 3.061 usuarios han solicitado ayuda. Para seguir prestando un "servicio de calidad" a todos los usuarios, la entidad solicita ayuda con pequeñas donaciones desde cinco euros a través de Bizum al teléfono 635 95 74 73.
Sandra Cuevas, psicóloga de la organización, señaló que "se busca intervenir antes, porque la mayoría han empezado con el juego online siendo menores y las consecuencias se ven más tarde". El tratamiento se desarrolla con "toda la familia, no solo con la persona afectada, pues el resto de miembros llegan muy tocados". "La adicción se suele esconder bastante bien, pero la familia observa ese aislamiento y se busca recuperar esa comunicación previa que tenían, que empiecen a hacer cosas juntos. Que la familia participe es fundamental", comenta Cuevas, quien apela por "trabajar también la mentira para volver a recuperar la confianza", según recoge Ical.
Cuevas achaca la razón a que el mayor número de afectados por ludopatía sean hombres a que ellas "se avergüenzan mucho más" y "tienen más barreras por parte de la familia para asistir a un centro de tratamiento". "La mayoría de los adolescentes y jóvenes se ven como personas que abusan de la tecnología y creen que no hacen un uso adecuado de ella, pero no son tan conscientes de la fina línea que les separa de la adicción", apunta Cuevas, quien cree que la labor de prevención en institutos "es sumamente importante".
También relata que la adicción "se da cuando necesitas más ese objeto que te requiere la propia adicción, pero también cuando el entorno se queja, se dejan de hacer actividades deportivas para utilizar ese tiempo con el móvil, cuando la persona es más irritable, es más huraña, aislada". "Muchas veces se cae en la adicción sin darse cuenta", advirtió.
De ahí la relevancia de un programa que expuso el presidente de Ajupareva, Ángel Aranzana, quien continuó que se desarrolla en los centros escolares cuenta con la colaboración de la Fundación Michelín, Fundación Caixabank y Laboral Kutxa, destinado a alumnos de 3º y 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato de los institutos de Castilla y León, así como a los padres y madres. El objetivo principal es dotarles de las estrategias necesarias para prevenir la aparición de conductas adictivas debido al mal uso o abuso de las TICs.
'Prevención en las aulas' pretende mostrar cómo reconocer las ventajas de las nuevas tecnologías, así como sus riesgos. Proseguirá en el mes de septiembre y hasta final de año con el propósito de de alcanzar a más de 2.000 alumnos a través de 150 talleres. "Seguiremos ofreciendo al adolescente información útil y precisa acerca de dichas tecnologías y del juego online para evitar la aparición de ciertos hábitos que puedan resultar perjudiciales y dañinos y, sobre todo, distinguir entre abuso y adicción, así como reconocer las principales señales de riesgo", sostuvo Aranzana.
Conclusiones
Sandra Cuevas resumió algunas de las conclusiones alcanzadas en este estudio, entre las que destacan que los "más jóvenes normalizan y aceptan el juego como forma de ocio cuando quedan con los amigos para visualizar eventos deportivos". "Nos preocupa que perciben que éstos se viven de una forma mucho más emocionante cuando se ha apostado que cuando no lo han hecho", explicó la psicóloga de Ajupareva.
Además, advirtió de que los adolescentes "no son del todo conscientes de los riesgos que conlleva el juego, como la posibilidad de generar una adicción o las pérdidas económicas, pero son aún menos conscientes de las pérdidas a nivel personal, familiar y académico o laboral".
Otro de los puntos a destacar es que perciben el juego como "una forma de ganar dinero fácil, motivo por el que generalmente empiezan a jugar" y otros motivos son el entretenimiento o buscar nuevas sensaciones. "Muchos de los chicos que juegan a los videojuegos hacen un gasto de dinero mediante las 'cajas botín', lo cual hace mucho más probable que normalicen las apuestas deportivas cuando sean mayores de edad o incluso antes", aseguró Cuevas.
También se percibe interés y preocupación por parte de los centros educativos en trabajar con los adolescentes la prevención tanto de la ludopatía como de la adicción a la tecnología, sobre todo videojuegos y teléfono móvil, "siendo este uno de los principales motivos de confrontación entre profesores y alumnos". "Los profesores, además, se muestran preocupados también por la falta de rendimiento de alumnos que acuden, en muchos casos, cansados a clase al haber pasado la noche con videojuegos o apuestas deportivas", anotó. Esta práctica se denomina 'vamping' y consiste en utilizar las pantallas justo antes de dormir, "afectando de forma clara a su salud a nivel mental, su atención, concentración y el físico" (fatiga, dolores musculares, obesidad).
Como última conclusión se desprende que la mayoría de los adolescentes y jóvenes son conscientes de la diferencia entre uso-abuso, pero "no tanto de la línea tan fina que separa el abuso de la adicción en relación a su conducta con el teléfono móvil, lo cual hace pensar que continuar realizando labores de prevención puede tener un efecto muy positivo entre los más jóvenes a la hora de disminuir este tipo de adicciones", precisó Cuevas, quien enumeró que los técnicos ya han visita en el marco del proyecto el IES Los Sauces, de Benavente, CFP Diputación Provincial de Salamanca, Colegio La Inmaculada de Peñafiel, y en la ciudad de Valladolid, el Juan de Herrera, Fundación Secretariado Gitano, Colegio La Milagrosa y Santa Florentina, Colegio Internado Sagrada Familia y esta semana, el IES Campos y Torozos de Medina de Rioseco.
10 pautas
La presentación contó con la participación de otro de los psicólogos, Cristóbal Rodríguez, que, junto con Virginia Soria, una joven rehabilitada, han expuesto una decena de pautas "efectivas y novedosas" para garantizar que los jóvenes utilicen la tecnología de manera saludable y productiva durante el periodo estival. "Van dirigidas a los chavales y no pueden ser subestimadas, ya que vivimos en una era digital donde las TICs son una parte integral de nuestra vida cotidiana. Si bien estas tecnologías ofrecen innumerables beneficios, también presentan desafíos significativos", comentó Rodríguez, quien aconsejó "ganar tiempo de calidad y fomento de los lazos familiares".
Las 10 pautas se resumen en desafiar la creatividad semanal, elaborar un horario fijo diario para desconectar de las pantallas ('digital detox'), potenciar el lado investigador, ser crítico y comunicarse, escribir un diario digital de reflexión, controlar el tiempo con las pantallas, innovar con las TICs, leer libros y revistas, celebrar días temáticos sin pantallas, socializar cara a cara.
Un préstamo para pagar otro
Virginia Soria narró su caso particular, tras llegar hace ocho meses a Ajupareva, tras cinco meses de adicción al juego. "Al principio no quería venir porque no lo asociaba con una enfermedad y pensé que podría salir por mi sola. Pero he recibido mucha ayuda. Antes asistí a psicólogos y psiquiatras, pero aquí abres los ojos porque es como una familia que ha pasado por lo mismo que tú y te entienden", relató.
Por ello, Soria incitó a otros en su anterior situación a acudir: "Sin esta ayuda yo estaría sin casa". Recuerda que se percató de a la tercera recaída y agradece el papel de su hermano, quien "se ha hecho cargo de los préstamos creados", porque "para pagar unos pedía otros y te desbordan los impagos". "Hasta que no tocas fondo y te ves con un pie en la calle no reaccionas", se sincera.
En su caso jugaba principalmente al juego online, los llamados 'slots', porque "en tragaperras en bares nunca" metió una moneda. Y para concluir, reflexiona: "Para seguir adelante yo pienso en aquellos momentos en que no quería salir de casa y cómo me veía la gente. Lo recuerdo, y se me quitan las ganas de volver a hacerlo".