David o, mejor dicho, Freeshboy tiene desparpajo a raudales. Lo suyo es la música urbana. sobre todo el reguetón y el electro latino, pero toca todos los palos. Tiene 8 temas ya publicados –«realmente hay alguno más», aclara–, aunque en su ordenador pueden encontrarse «unos 500». Este año ha sido, quizá, el de su consolidación, tocando en varios festivales de su Galicia natal, en Portugal, en la playa de las Moreras en San Juan y, sobre todo, en la Plaza Mayor durante las fiestas. Aunque no quiere pararse aquí. Para 2024 espera lanzar su primer EPy seguir creciendo, incluso saltando el charco y llegar a México.
Gallego de Porriño se vino a Valladolid hace un par de años por su pareja. Y aquí se ha afincado.
«Mis primeros contactos con la música fueron por mi padre, Luis. Él se presentó a la primera edición de Operación Triunfo, le cogieron pero renunció a ir porque mi madre estaba embarazada de mí. Le gustaba cantar y recuerdo que yo cantaba con él», explica sobre sus inicios musicales. En Porriño, con sus amigos, también improvisaba en las calles, «aunque siempre encima de trap o reguetón».
A pesar de hacer ya temas propios, asegura, no se atrevió a publicarlos. Hasta que en 2021, en una grabación, conoció a unos productores de Madrid: «Trabajaba con un artista de mi tierra y hablando sobre proyectos, les comenté que tenía algunos temas y me lancé a grabar el primero, 'Poses' con ellos». Lo hizo en la capital y ya con el nombre de 'Freeshboy', «que surgió en un descanso de esa grabación, al decir 'chico fresco'».
Desde entonces ha ido publicando sencillos, siempre en plataformas online, algunos en solitario y otros en colaboraciones, como con Dr. Bellido, Freitas, Sete Sousa o El fruto prohibido.
«Tengo temas de rock, punk, bachata, pero tiro más por el reguetón y el electro latino, es lo que me gusta y lo que me llama la atención», asegura, reconociendo que se fija en lo que hacen artistas como Anuel o J Balvin. Él mismo compone en su casa (en una habitación insonorizada). Casi siempre bajo un mismo patrón: «Primero tarareo una melodía y luego creo la letra.Se lo suelo mandar a mis productores –Marco, Sergio y Sete– y trabajamos en común». Asegura que sus temas hablan de todo, pero sobre todo de desamor: «Y siempre con respeto hacia las mujeres».
Con una estética muy definida, siempre con pantalones anchos y camisetas; o bien chándales urbanos, más cadenas, anillos y relojes dorados, va a sacar su propia línea de chándal, de la mano de la diseñadora Irene de la Cuesta.
Y con ese desparpajo que muestra consiguió llegar a la Plaza Mayor: «Logré el teléfono del anterior alcalde, Óscar Puente; le llamé y le dije que quería actuar y que le mandaba unos temas. Vio mi perfil de Instagram y al poco me comentó si quería ser el telonero de Rels B». Reconoce que el día previo no durmió, pero que luego, según se acercaba el momento, se tranquilizó e incluso le dio tiempo a componer. Con él estuvieron tres Djs, Félix Pérez, Pablo Domenech y Justaw.
Aunque en Valladolid no se escucha mucho reguetón –«se mezcla más con house»–, ya ha tocado en varias salas y en breve lo hará en Moss. Y promete seguir con su desparpajo para llegar lejos.