Aldemayor sigue dando pasos para hacer realidad uno de los proyectos más ambiciosos a medio plazo: la construcción de un cuartel de la Guardia Civil. El proyecto se encuentra en una fase muy inicial, pero lo cierto es que la Dirección General de la Benemérita ya ha elegido un terreno, al lado del colegio, después de descartar otros ofrecidos por el Ayuntamiento en Aldeamayor Golf, en la urbanización El Soto y en el polígono El Brizo. Además, fuentes municipales aseguran que los plazos de este proyecto serán más cortos de lo que en principio cabía esperar. De hecho, el Ayuntamiento ya tiene un estudio con las necesidades que tiene la Guardia Civil en las futuras instalaciones y prevé licitar la redacción del proyecto antes de que finalice este año con la dotación presupuestaria de 50.000 euros aprobada en el pleno del 25 de marzo.
El coste de la construcción correrá a cargo del propio Ayuntamiento, como ha sucedido en el caso de Arroyo, para posteriormente ceder el uso a la Guardia Civil. Un proyecto que cuenta con el consenso de los dos grupos políticos que forman la actual coalición de Gobierno (PSOE y PP), pero que también ve con bueno ojos el principal grupo de la oposición: Coalición de Centro Democrático de Aldeamayor, que fue la segunda formación más votada en las últimas Elecciones Municipales. «Nos parece bien todo lo que sea mejorar la seguridad», dice su portavoz, Félix Antonio Calleja, quien también aboga por implantar un cuerpo de policía municipal en una localidad que ya tiene más de 6.000 personas censadas. La intención del equipo de Gobierno es que la construcción del cuartel esté terminada antes de que finalice este mandato.
Por otro lado, si todo va como está previsto, Arroyo estrenará su cuartel antes de marzo del año que viene. La ejecución de las obras se encuentra actualmente por encima del 60%, de modo que el municipio dispondrá en breve de las instalaciones más modernas de la Benemérita en la provincia, en contraste con el estado de otros cuarteles.
Pero esta inauguración irá acompañada posteriormente de un cierre, cumpliendo con el precepto de la Dirección General de la Guardia Civil de no incrementar el número de cuarteles abiertos, dado que esto implica tener que dotarlos de unos efectivos que prefiere que estén patrullando en las calles. Aunque todas las miradas apuntan al cierre del cuartel de Zaratán, lo cierto es que de momento no hay ninguna confirmación oficial. De hecho, todavía no se ha tomado ninguna decisión, ni se tomará antes de que abra el de Arroyo.
Pero lo cierto es que ese cuartel tiene muchas papeletas para ser el que cierre al tratarse de una instalación temporal que funciona desde que hace una década se cerrara la casa cuartel de Puente Colgante, en la capital, y se trasladasen allí a los efectivos. Fue un 'parche', dado que estas instalaciones, que eran un centro cívico, no son las más óptimas para acoger un cuartel, al tener establecimientos de hostelería cercanos a la entrada, con terrazas en verano, y, además, estar en unas malas condiciones de salubridad, con humedades y problemas de climatización. Por eso, en un primer momento el Ayuntamiento cedió las instalaciones para una estancia temporal de cuatro años que fueron prorrogados por otros cuatro al acabar y, desde entonces, se ha hecho lo propio dos veces, pero con prórrogas de un año.
Desencuentro político
Ahora, el posible cierre ha desatado una serie de desencuentros políticos. Zaratán se opone frontalmente a ello, hasta el punto de que llegó a aprobar una moción en pleno para reprobar al Gobierno por una decisión que, bien es cierto, todavía no está tomada. Y así lo reconoce el propio alcalde, Roberto Migallón: «No hay confirmación oficial del cierre, y de palabra, anteriormente, nos dijeron que no se iba a cerrar». Ese 'anteriormente' se refiere al periodo previo a la llegada del actual subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales, con el que el alcalde de Zaratán todavía no ha hablado de este tema. Migallón reconoce que la ubicación de este cuartel siempre se ha concebido como algo temporal, pero su apuesta es que siga abierto por su ubicación estratégica. Y eso, a pesar de que también reconoce que el edificio no cumple con los requisitos mínimos que establece la Guardia Civil. «Nosotros, con dinero público, no podemos construir un edificio con tales características, creo que debe ser el Gobierno el que lo haga y nosotros les hemos cedido terrenos para ello», finaliza.