'Christmas Eve in Miller's Point', un cuento coral navideño

D.V.
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El cineasta norteamericano Tyler Taormina conjuga el "amor verdadero" y la "tristeza real" que empaña las fiestas navideñas en familia en una película que conforma un díptico con 'Happer's Comet', su anterior trabajo

El director película de la Sección Oficial ‘Christmas Eve in Miller’s Point’ Tyler Taormina. - Foto: Miriam Chacón ICAL

El cineasta norteamericano Tyler Taormina regresó hoy a Valladolid, dos años después de defender 'Happer's Comet' en tiempo de Historia, para presentar dentro de la competición Oficial 'Christmas Eve in Miller's Point', su nuevo trabajo. Pese a partir de "un tono diferente", ambos films reflejan un mismo sentimiento de pesadumbre en sus retratos complementarios de la "alienación" que, a su juicio, "impregna la cultura estadounidense". "La película muestra la relación que muchos compatriotas sienten con mi país, que conjuga un amor verdadero pero a la vez una tristeza real", sentenció.

Lo que en su anterior trabajo eran paisajes desolados y silenciosos, con personajes que "no eran muy importantes ya que todos ellos representaban un todo único y un universo profundo", en 'Christmas Eve in Miller's Point' se convierte en un deambular interminable de familiares y amigos que se reúnen en torno a la casa familiar de la abuela en la que posiblemente sea su última Navidad juntos. Ruido, bullicio y jolgorio que no alcanzan para tapar todas las historias de soledad que hay tras cada uno de los personajes que desfilan ante la cámara, escobando en breves líneas de diálogo la pesada carga que cada uno arrastra. 

"Desde mi punto de vista las dos películas pertenecen a un único ecosistema, que ofrece una visión amplia de cómo diferentes personas se adaptan al legado cultural que les rodea. Mi estado natural es intentar conectar con las personas e intentar mantener una relación con ellas. Soy una persona muy cariñosa y me frustra el distanciamiento y la separación que predomina en mi sociedad y cultura", explicó en declaraciones recogidas por Ical. 

Taormina recordó el proceso creativo del guion, que firma junto a Eric Berger, en una casa entre las montañas en Twin Peaks (California). "Decoramos la casa como si fuera Navidad y nuestra primera línea de trabajo fue crear un árbol navideño a partir del cual plasmar una foto psicológica de cada personaje, para contar cómo una situación traumática podía impactar en cada uno de los hijos de la cabeza de familia, y en los hijos de esos hijos. Todo eso estaba ya en el guion y en la intuición que nos hizo elegir a determinados actores para personajes concretos, a los que cada uno de ellos añadió su propia personalidad", detalló. 

Color y soledad

Sobre la colorida imagen que preside el film, en fuerte contraste con las sombras que impregnaban 'Happer's Comet', Taormina señaló que no necesitó hablar demasiado con su socio y amigo Carson Lund, director de fotografía en la película. "Apenas mencionamos a Douglas Sirk y mis referencias no pasaban de unas galletas típicas navideñas que venden en unas latas pintadas. Los dos nos entendemos muy bien, compartimos formación y gustos similares, y en esta película parte de su trabajo fue evocar el uso artificial del color que predominaba en las películas del Hollywood clásico", afirmó.

Como referentes, no dudó en apuntar a Dickens, que "aunque no fue cineasta es responsable en muchos casos de cómo interpretamos la Navidad hoy". En ese sentido, comentó que con el estreno de la película en el Festival de Cannes, donde participó dentro de la Quincena de Cineastas, fue consciente de que "existe algo existencial siempre en las películas navideñas, con personajes como el señor Scrooge que vive un despertar existencial que le hace apreciar el valor de la vida y ser consciente de que pasa demasiado rápido". En ese sentido, explicó que con esta obra pretendían "poner el foco en el aquí y en el ahora", algo que concebían casi como "una misión espiritual".

'Christmas Eve in Miller's Point' está estructurada en dos mitades. La primera condensa la experiencia de vivir la Navidad junto a la familia, mientras que la segunda se dispersa hacia núcleos de amistades. En ese sentido, ambos mundos se plasman con una tonalidad sonora bien diferente. Mientras que en el primer bloque la música es "alegre y enérgica", en el segundo se reduce su uso e irrumpe "con menos fuerza, con menos felicidad se podría decir". "La música es una fuerza clave en mi vida, y quería dejar constancia de ello también con su tratamiento en la película", resumió.

Asimismo, se refirió a la "utopía suburbana" del 'way of life' norteamericano, que surgió de "los blancos que escapaban de la irrupción de otras razas en las ciudades, y que pretendían vivir su utopía blanca a las afueras de las grandes urbes". "Lo mismo sucede con la cultura del coche", que los más jóvenes relacionan en la película con la libertad, una realidad que "ha modelado todo el país fundacionalmente". "Se basa en la alienación y en la supremacía de unos sobre otros, y todos esos elementos se están convirtiendo ahora en la debilidad que está propiciando la caída del país", remachó.