El serial de conflicto del centro Zambrana sigue sumando capítulos, y los últimos empiezan a parecerse mucho a los de las últimas temporadas con la empresa que terminó su contrata de gestión el 30 de junio de 2024, con la diferencia de que el esfuerzo económico de la Junta ya se ha incrementado en casi 800.000 euros por año para intentar mejorar el servicio. Pero también hay otra gran diferencia, ya que la gestora actual, Meridianos, ha impuesto al menos cinco sanciones a educadores que van desde faltas leves a suspensiones de empleo y sueldo durante 15 días. La última es de esta semana; la penúltima, de la anterior. «Son sanciones por quejarse, nunca se había llegado a esos extremos», aseguran desde UGT, que advierten que las más graves han sido recurridas en los juzgados, donde ya hay litigios pendientes por impagos en la liquidación de la contrata anterior que no reconoce la actual.
El mismo sindicato presentaba esta semana una denuncia en la Inspección de Trabajo donde aporta datos sobre un presunto aumento de la conflictividad por el «incumplimiento» de los ratios mínimos de educadores fijados por contrato. Lo hizo el martes, justo el día en que saltaba la noticia del asesinato de una educadora en una vivienda tutelada en Badajoz. La denuncia la iban a poner igualmente, pero han sumado este caso a sus argumentos.
Además, este jueves presentaron documentación para registro de la Junta con el fin de reclamarle que se implique más. «Agradecen» que haya elevado el presupuesto público que se destina al centro (de 3,8 a 4,5 millones por año), pero no ven las mejoras, y aportan datos de fichajes de cada jornada que reflejarían menos educadores de los fijados por contrato la mayoría de días:17 entre febrero y lo que va de marzo, y más de 80 entre septiembre y diciembre. «No se cubren ni las bajas médicas», sostienen desde UGT, mientras la Consejería de Familia asegura que se cumple lo fijado por contrato.
Entretanto, las bajas entre los educadores ya ascienden a 13; en el último mes se han ido del centro otros cuatro; y aparte, aseguran que se han producido nuevos contagios por sarna, después de que ya el pasado otoño hubiera un brote. No obstante, desde la Consejería de Familia niegan que se haya producido otro brote y sólo hablan de dos casos de internos a los que se les diagnosticó sarna (escabiosis) durante sus revisiones médicas de ingreso, uno en febrero y otro en marzo. «Actualmente no existe ningún menor con sarna activa en el centro», añaden, aunque el conflicto con los educadores sigue muy vivo.