El Régimen Agrario ha bajado de los 5.711 autónomos de 2008 a los 4.819 de 2021, aunque la economía del sector se conserva prácticamente inalterable durante la última década. Es decir, cerca de mil agricultores y ganaderos menos residiendo en los pueblos de la provincia. La incorporación de jóvenes al campo vallisoletano no es capaz de mitigar el número de profesionales del sector primario que se marcha tras alcanzar la ansiada jubilación. Y eso a pesar del esfuerzo que realiza la Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Agricultura para que cada vez mayor número de jóvenes se incorporen al campo.
?El Ejecutivo regional ha concedido 29.296.440 euros desde el año 2015 en la provincia para la incorporación de 577 menores de 40 años. Una media de 50.773 euros para cada uno de los nuevos profesionales del sector agrario que ya trabajan en los pueblos de Valladolid. Además, Agricultura tiene pendiente de resolver la convocatoria perteneciente a 2003, cuando un total de 96 jóvenes han solicitado ayudas para su incorporación, con un capital pendiente de cobro de 6.199.974 euros.
La media de este periodo de tiempo (desde el ejercicio 2015) ha variado de forma notable, con una merma importante con el paso de los años. Así, mientras que en el año 2015 las peticiones de incorporación al campo fueron 103 y llegaron hasta 122 en el año 2018, desde ese año comenzaron a descender hasta las 69 del año 2021. Al ejercicio siguiente, el Ejecutivo regional adoptó la decisión de no convocar esta línea de ayudas y, en el último año, las solicitudes se han situado en 96.
Valladolid ha ido acorde en estas peticiones con el conjunto de la Comunidad. La llegada de nuevos jóvenes al campo supone un 12,7 por ciento de todos los que se incorporan en la región. En concreto, en Castilla y León se sumaron a las labores del campo 4.556 menores de 40 años desde 2015, con subvenciones que alcanzaron los 222.085.707 euros, con una media de 48.745.
La cuantía de estas ayudas depende de las condiciones del nuevo agricultor, así como de su explotación. La ayuda máxima a la instalación de jóvenes ha pasado este año de 70.000 a 100.000 euros, con la posibilidad de recibir un anticipo del 60 %, diez puntos más. Se pueden destinar a la adquisición de derechos, adquisición o arrendamiento de capital territorial y de explotación o gastos de permisos, licencias y autorizaciones administrativas, entre otros aspectos.
A pesar de estos cambios, los sindicatos no se muestran del todo conformes con el esfuerzo realizado por el Ejecutivo regional para fomentar el relevo generacional en el campo. Aclaran que la pérdida de efectivos del sector primario está ocasionado la aparición de explotaciones de mayor tamaño encabezadas por un número menor de personas. «La maquinaria actual es mucho más potente que la teníamos hace unos años y eso permite a una persona tener un mayor número de hectáreas para producir», comenta el presidente de Asaja Valladolid, Juan Ramón Alonso.
De acuerdo con los datos contenidos en el último censo agrario, en 2020 existían en España 915.000 explotaciones. El 41% de los jefes de explotación, fueran o no titulares de la mismas, tenían más de 65 años y solo un 8% tenían edades inferiores a los 40 años.
Las agrupaciones sindicales coinciden en señalar que sin una «clara vinculación familiar» con el mundo de la agricultura es «imposible» arrancar en el mundo de la agricultura debido a los elevados costes que hay que afrontar para la puesta en marcha. La adquisición de tierras y la maquinaria necesaria para realizar las labores se hace irrealizable sin la ayuda de algún familiar que ya esté inmerso en las labores del campo. «No se puede llegar a esto sin la ayuda de alguien que te deje una parte de su explotación», ha indicado el coordinador de UCCL en Valladolid, Valentín García.
«Cada vez va a quedar menos gente en los pueblos porque somos menos cada año», ha sostenido el represente de Coag en Valladolid, David Garrido, quien entiende que las ayudas de la Junta deben aumentar para fomentar la llegada de más jóvenes.