La actriz Paz Vega presentó hoy en la 69 Seminci 'Rita', su debut como directora, una película que ha tardado ocho años en levantar con la que rinde "homenaje a esas madres que lo sacrificaron todo y no pudieron elegir otras vidas". Ambientada en la Sevilla de mediados de los años 80 que ella misma conoció en su infancia, 'Rita' participa dentro de la Sección Oficial pero fuera de competición. En ella aborda "desde un lugar luminoso y bonito" una cruda historia de violencia machista poniéndose a la altura de la protagonista, una niña de siete años encarnada por Sofía Apelluz.

"No quería entrar en el morbo ni retratar la tragedia per se tal cual. Prefería quedarme con la mirada de los niños, con su inocencia, con ese sentimiento de esperanza, que lo hay. Hay que tener esperanza. Como decía Mary Poppins: la medicina, con una cucharada de azúcar, entra mejor. Aquí sí hay medicina, hay crítica, pero quería expresarlo desde un lugar lleno de amor y de luz pese a todo", resumió en la presentación ante los medios.

En declaraciones recogidas por Ical, Vega se refirió a una conversación que mantiene la madre de la protagonista (interpretada por ella misma) con la pequeña, en la que le pide que no dependa de nadie en el futuro. "Esa conversación la hemos tenido todas con nuestras madres, pero ellas no la pudieron tener con sus madres. Ahora somos las mujeres que somos y vivimos esta realidad porque nuestras madres hicieron el clic; aunque ellas no lo pudieron vivir, nos dijeron: 'Estudia, no dependas, sé libre, no creas que el matrimonio es la solución para todo', que es lo que les decían a ellas", relató.

Cuestionada sobre si en el futuro le gustaría encaminar su trayectoria más hacia la faceta de directora que a la de actriz, aseguró que lo que más ilusión le haría en este momento sería poder dedicarse a "escribir y dirigir con una continuidad" que le permita vivir. "Levantar 'Rita' ha sido un proceso largo", apuntó sobre un recorrido que se ha prolongado durante ocho años, pandemia de por medio. "Soy actriz y disfruto interpretando, pero realmente esto es lo que a mí me ha gustado desde siempre, aunque no he sabido darle forma antes. Lo primero que hice de niña, de hecho, fue dirigir una escuela de teatro en mi propio colegio. Eso estaba ahí, de alguna manera, pero como no pude estudiar cine hubiera sido muy loco querer haber dado este paso primero. Ahora, tras tantos años de experiencia, me sentía preparada. Ojalá la siguiente no tarde tantos años en levantarla. Ya tengo el guion y a ver qué pasa", expuso, además de aclarar que lo que no tiene intención de repetir jamás es la experiencia de estar a la vez delante y detrás de la cámara.

De lo local a lo universal

Tras vivir el estreno mundial del film en el Festival de Locarno, y después de haber sido también testigo de la buena acogida recibida por la película en el Festival de Chicago, Vega confesó sentirse "emocionada" al ver cómo públicos de otros países y con otros idiomas "entran en la película y se emocionan", pese a que la historia transcurre en un ámbito "tan local y con un acento tan marcado".

La cineasta aclaró que la película "no es autobiográfica", aunque en ella sí ha intentado "ser fiel a imágenes" que ella misma había vivido en la Sevilla donde ubica su historia. "He intentado dotar de realismo a la historia, y para ello he ido hasta mi propia infancia", aclaró, explicando que desde el mismo inicio de escritura del guion tenía "claro" el punto de vista desde el cual quería ver, y aquello que "no quería ver pero sí quería sentir".

A su lado, en el encuentro con los medios, se encontraba la pequeña Sofía Allepuz, que solo había estado ante la cámara un par de jornadas en el rodaje de un cortometraje antes, y que aseguró que "el rodaje fue muy bonito", antes de agradecer a Paz Vega haber contado con ella para esta aventura: "Me ha permitido descubrir un mundo que siempre he querido tener", sentenció antes de confesar que espera "repetir" en el futuro. As u lado, los debutantes Alejandro Escamilla y Daniel Navarro agradecieron la "gran oportunidad" que ha supuesto esta película, en el caso del segundo, y agradecieron haber podido hacer "dos amigos" el primero.

Por su parte, los productores Gonzalo Bendala y Marta Velasco, de Áralan Films, recordaron que la compañía celebra sus veinte primeros años de existencia, un recorrido que comenzó con otra película donde la infancia era protagonista: 'Los niños salvajes', de la homenajeada este año a título póstumo con la Espiga de Honor en Seminci Patricia Ferreira.

"Cuando paz nos contó la historia de Rita, personalmente me conmovió, porque he vivido esa Sevilla costumbrista que ella narra", desgranó Velasco, para quien poder trabajar con los pequeños "fue un regalo". Por su parte, Bendala apuntó que desde que se embarcaron en el proyecto "en ningún momento" fueron conscientes de estar corriendo ningún riesgo al ser el primer trabajo de Vega tras la cámara, ya que ella "se mueve en el set como pez en el agua". "Está tan acostumbrada a rodar tanto y con tantos directores reconocidos que tiene más experiencia como directora que cualquier novel", concluyó.