115 días. Es lo que dio el Ayuntamiento de Valladolid de plazo el pasado 11 de mayo a la empresa adjudicataria del proyecto de 'Los Álamos', en la playa de las Moreras, para concluir sus obras y tener reabierto uno de esos establecimientos que en su día dinamizaba la ciudad. De esta forma, a primeros de septiembre, si el local no está concluido, se procederá a anular la concesión para volver a licitarla posteriormente.
El antiguo restaurante, emblemático en su día en la zona de las Moreras, lleva como edificio casi en ruinas mucho tiempo y va camino de ser uno de los proyectos enquistados y más complicados de sacar adelante. Fue adjudicado, tras dos intentos fallidos en 2012 y 2014, «sin éxito, pese al atractivo de la zona en que se ubica», en diciembre de 2018. La inversión superaba el millón de euros, con un canon de 36.000 euros al año y una concesión por 19 años y 9 meses menos un día, «pudiendo ser objeto de una prórroga única, por un plazo de 5 años».
La empresa adjudicataria fue Gastromorfosis, que ya cuenta con otro local de restauración en Valladolid, Atypikal, y que en 2020 abrió uno en Palencia, Yberiko. Pero la pandemia trastocó sus planes iniciales, tenerlo en funcionamiento en poco más de un año bajo el nombre de Okapi.
El proyecto se fue retrasando. «Con el tema del covid está todo paralizado. Además, hemos pedido una modificación de parte del proyecto, con lo que estamos a la espera de respuesta para continuar», señalaba a este periódico en junio de 2020 Borja López-Murias, uno de los socios de la empresa adjudicataria, que confiaba en tenerlo abierto a finales de ese mismo año.
Durante ese año, en la estructura interior del local se podía ver un colchón y una zona acotada en una de sus esquinas, que dejaba entrever que en el mismo dormían personas sin hogar.
A principios de 2021, desde el Ayuntamiento, al no constar indicios de obra procedió a abrir un decreto de audiencia, para pedir explicaciones. Un mes después, la empresa Gastromorfosis solicitó una ampliación en el plazo de construcción del restaurante, que iba a contar con dos plantas, cada una de ellas con un ambiente diferente, y dos terrazas externas; además de 20 trabajadores y una capacidad en su interior para unas 120 personas (60 por planta), aparte de las terrazas.
En junio de 2021, el Área de Patrimonio del Ayuntamiento concedió otros seis meses para empezar la obra y cuatro más para ejecutarla.
Se tardó pero comenzaron en febrero de este 2022, pero poco después volvieron a paralizarse y en marzo se constató que solo se habían realizado un cuatro por ciento de las mismas. Así que, a pesar de las alegaciones de la empresa adjudicataria, incluidas algunas de índole económico, el pasado 11 de mayo (tras iniciarse un procedimiento de penalidades -sanción- y un requerimiento inicial) se confirmó, por decreto, el último plazo de 115 días para tener el restaurante listo; que concluirá el 3 de septiembre. Ese día, todo hace indicar que se anulará la concesión y se buscará volver a licitarla.
edificio. El edificio dispone de casi 400 metros cuadrados distribuidos en dos plantas o niveles, a los que se añaden otros 200 metros cuadrados de terraza en dos zonas, una en la parte superior (paseo de Las Moreras), y otra en la parte inferior que solo se podrá instalar durante el periodo estival. La concesión del uso para actividad de restauración, se señalaba en diciembre de 2018, «completará la dotación de servicios de la zona, recientemente ampliada con la apertura el pasado julio del chiringuito 'La Pera Limonera' a través de otra concesión municipal».