Los locales comenzaron con fuerza, sorprendiendo a la defensa quesera en los primeros compases del encuentro. Apenas en el minuto 5, Jaime Camarero aprovechó una desatención para posar el primer ensayo, convertido por Gabriel Alejandro Roldán, poniendo el 7-0 en el marcador.
La respuesta del VRAC no se hizo esperar. Solo tres minutos después, Baltazar Taibo interceptó una patada defectuosa de los sevillanos y, con una carrera memorable de más de medio campo, dejó el balón servido bajo palos para que Miguel Lainz anotara el ensayo. El propio Taibo convirtió con precisión, igualando la contienda.
El partido se convirtió en un intercambio constante de golpes, con ambos equipos disputando cada metro del campo. Pablo Mateos adelantó a los vallisoletanos en el minuto 28, culminando una gran jugada a pase de Taibo, quien nuevamente acertó con la patada. No obstante, Real Ciencias reaccionó con rapidez, y Alvar Gimeno igualó la contienda en el 32', con la conversión de Roldán, cerrando la primera parte con un justo empate a 14.
En la segunda mitad, el VRAC mostró su carácter y temple bajo la intensa lluvia. La defensa quesera se multiplicó para frenar los ataques rivales, y Pablo Miejimolle rompió la igualdad en el minuto 55 con un ensayo de potencia tras una gran jugada colectiva. Taibo, impecable, convirtió para poner el 14-21.
El momento decisivo llegó en el minuto 67, cuando Mauro Perotti recuperó un balón clave en la veintidós propia y desató una vertiginosa jugada que culminó en un ensayo de Fran del Pino. Taibo volvió a sumar dos puntos más, ampliando la ventaja a 14-28, informa el VRAC.
El Real Ciencias no se rindió y recortó distancias con un ensayo de Vicente del Hoyo en el 71', convertido nuevamente por Roldán. Con el 21-28, los minutos finales fueron de máxima tensión. La expulsión temporal de Marc Sánchez obligó al VRAC a redoblar esfuerzos defensivos, logrando contener los últimos embates sevillanos.
El pitido final desató la alegría quesera, que celebró una victoria tan sufrida como merecida, cimentada en una defensa férrea y un ataque certero. El VRAC demostró una vez más que sabe competir en cualquier circunstancia, firmando un triunfo clave en su camino por la División de Honor.