La entrada en vigor, el pasado 2 de abril, de la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario ha hecho 'moverse' con rapidez a los hosteleros, uno de los sectores afectados dentro de la cadena alimentaria por esta norma. Aunque con matices, como explican desde la Asociación de Hostelería de Valladolid. «Es complicado hablar de cifras porque depende del volumen de trabajo. Aunque creemos que no es tanto, ya que en los casos en los que solo se trabaja un producto, es complicado que haya sobrantes, porque va sobre encargo», asegura su gerente, María José de la Calle.
Desde la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid se ha mandado una comunicación esta semana a sus asociados para que se vayan adaptando a la normativa.
Así, los establecimientos de hostelería, salvo los de bufé libre, tendrán la obligación de facilitar al cliente que se pueda llevar los alimentos sobrantes en envases reciclables. En la imagen que acompaña a esta información se ve una de las infografías que deben tener visibles. En Valladolid, la mayoría de restaurantes ya tenía implementada esa opción, aunque desde la Asociación se matiza que, en función del envase, puede repercutir una cantidad al cliente: «El problema es que la normativa pone que se lo pueden llevar sin recargo salvo excepciones, que hace referencia a la ley anterior, en la que aparece lo del cobro».
La otra obligación de la ley es la obligación de tener, para dentro de un año, es decir en abril de 2026, un plan para la prevención de pérdidas y desperdicio alimentario basado en una jerarquía de prioridades que incluye la transformación para consumo humano, la donación, la alimentación animal, el uso industrial y el reciclaje. «Tienen que tener ese plan de prioridades disponible por si llega una inspección de Sanidad», se confirma desde Hostelería.
Eso sí, la ley exceptúa de la obligación de contar con este plan de prevención y un acuerdo de donación a los establecimientos de menos de 1.300 m2, es decir la mayoría en Valladolid salvo grandes grupos.
La Asociación ya formaba en compostaje o economizar los desperdicios antes de la llegada de la ley.