La Comunidad castellana y leonesa fue la única autonomía donde crecieron los nacimientos en 2022. En concreto, registró 13.135 nacimientos a lo largo del año 2022, lo que supone 40 más que en 2021, un 0,31 por ciento de avance, cuando en el conjunto nacional se redujeron un 2,41 por ciento, hasta los 329.251.
Sin embargo, este buen dato se diluye por el elevado envejecimiento poblacional, y la Castilla y León sufrió 31.017 fallecimientos, un 5,9 por ciento más que el año anterior, frente a una subida en España del tres por ciento, con 464.417.
Así, Castilla y León registró un crecimiento vegetativo negativo de 17.882 personas, lo que la sitúa como la segunda autonomía con peor comportamiento, solo por detrás de Galicia, que contabilizó 20.501 muertes más que nacimientos.
Los datos los recoge hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su estudio sobre 'Movimiento Natural de Población. Indicadores Demográficos Básicos', donde se constata que el indicador coyuntural de fecundidad de la Comunidad, se situó en 1,11 hijos por mujeres en 2022, por debajo de la media nacional de 1,16. Castilla y León sólo supera la media de hijos por mujer de Canarias, 0,86; Asturias, 0,97; Galicia, 1,01; y Cantabria, 1,03. La tasa bruta de natalidad de la Comunidad, se situó en 5,52 hijos por cada 1.000 habitantes, frente a los 5,50 de 2021.
Los datos de mortalidad sitúan a Castilla y León, como recogió Ical, como la segunda autonomía con mayor tasa bruta, con 13 defunciones cada 1.000 habitantes, sólo por debajo de los 13,9 de la autonomía asturiana, y muy por encima d ellos 9,7 de la media en España.
La esperanza de vida en Castilla y León se sitúa, según el informe difundido por el INE, entre las más elevadas del conjunto nacional, con una media de 83,7 años, que sólo superan Madrid, 84,8, y la Foral de Navarra, 83,9. La media para el conjunto de las autonomías se sitúa en los 83,1 años.
Por provincias, los nacimientos descendieron más en León (2.159), un 6,2 por ciento, y también bajaron en Segovia (930), un 3,8 por ciento; y en Salamanca (1.745), un 0,5 por ciento. Por el contrario, se elevaron en Valladolid (3.152), un 4,4 por ciento; en Ávila (906), un 3,5 por ciento; en Palencia (858), un 2,1 por ciento; en Burgos (2.134), un 1,8 por ciento; en Soria (540), un 1,3 por ciento; y Zamora (711), un 0,3 por ciento.
En cuanto a las defunciones, bajaron sólo en Palencia (2.248), un 0,8 por ciento; y aumentaron más en Salamanca (4.402), 10,2 por ciento; Zamora (2.819), 8,8 por ciento; Burgos (4.252), 7,3 por ciento; Ávila (2.212), 7,1 por ciento; León (6.651), 6,9 por ciento; Soria (1.235), 4,3 por ciento; Segovia (1.742), 3,8 por ciento; y Valladolid (5.450), 2,3 por ciento.
Así, todos los territorios de la Comunidad, tuvieron un crecimiento vegetativo negativo, con León a la cabeza, 4.492 defunciones más que nacimientos; Salamanca, 2.657; Valladolid, 2.298; Burgos, 2.124; Zamora, 2.108; Palencia, 1.390; Ávila, 1.306; Segovia, 812; y Soria, 695.
Matrimonios
Por otra parte, el estudio del INE también ofrece datos sobre los matrimonios celebrados en Castilla y León en 2022, cuando se unieron 7.281 parejas, con un aumento respecto a 2021, del 17,8 por ciento. La inmensa mayoría de los matrimonios se firmaron por lo civil, 5.707, frente a los 1.574 religiosos. La edad medio siguió creciendo hasta los 37,63 años, frente a los 37,29 del año anterior.
El grueso de los matrimonios se produjo entre parejas de distinto sexo, 7.128, que aumentaron un 17,5 por ciento. Asimismo, se registraron 65 matrimonios entre hombres, frente a los 49 de 2021; y 88 entre mujeres, cuando un año antes fueron 62.
Un análisis provincial indica asimismo, que las uniones matrimoniales crecieron en todas las provincias, en Valladolid (1.7849, un 26 por ciento; en Salamanca (947), un 25,1 por ciento; en Segovia (501), y Zamora (434), un 21,6 por ciento, en ambos casos; en Ávila (443), un 14,8 por ciento; en Soria (276), un 14 por ciento; en Palencia (464), un 12,6 por ciento; en Burgos (1.072), un 11,1 por ciento; y en león (1.360), un 10,4 por ciento.