Ecologistas en Acción Valladolid propuso un programa a largo plazo para reducir residuos en la ciudad, avanzar hacia la implantación del pago por generación, poner en marcha tres programas piloto para la recogida puerta a puerta en un barrio, en una zona comercial y otro para superficies comerciales para el establecimiento del sistema de depósito, devolución y retorno, e implantar el sistema de medida de los residuos en los contenedores, según resumió en un comunicado recogido por Ical.
Señala que "ante una situación claramente deficiente" en la recogida y tratamiento de los residuos sólidos urbanos en Valladolid, "donde todo el esfuerzo de separación de residuos de las personas y del proceso de recogida de residuos sólidos urbanos termina, en más de un 80 por ciento, en el vertedero sin ningún tipo de reciclaje, Ecologistas en Acción Valladolid presenta una alternativa a la Ordenanza fiscal reguladora de la tasa para mirar a largo plazo y comenzar un cambio de calado en la gestión de los residuos en la ciudad".
Es necesario atender con rigor las Directivas de la Unión Europea que establecen claramente el "orden de prioridad en las actuaciones en materia de residuos: prevención de residuos, preparación para la reutilización, reciclado, otros tipos de valoración, y, por último, la eliminación de los residuos". "Es necesario un cambio estructural que permita cumplir los objetivos normativos y reorientar las prioridades marcadas", tal y como señala el informe más reciente de la AIREF de 2023 "Estudio Gestión de residuos municipales".
A su juicio, hace falta un programa a largo plazo, con amplia participación social, donde se fijen las líneas de trabajo a seguir en Valladolid para lograr los objetivos de reducción de residuos. Para ello, Ecologistas en Acción propone establecer un programa local con medidas específicas, para hogares y organizaciones públicas y privadas, con objetivos a largo plazo -de 10 a 20 años- y a corto plazo -de 1 a 5 años-. La ordenanza a aprobar en Valladolid no contiene ninguna previsión de futuro relacionada con los mandatos de la UE y con el sentido común ambiental. La AIREF deja claro que sin esa programación a largo plazo la mayor parte de los esfuerzos no tendrán sentido.
En segundo lugar hay que avanzar hacia el pago por generación (PxG) –que la AIREF califica como "muy eficaz"- apostando por una tasa de residuos que cumpla los requisitos de la Unión Europea y de la legislación española. La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos incorpora expresamente "la obligación de que las Entidades Locales dispongan de una tasa que debería tender hacia el pago por generación" que "ha resultado un instrumento útil en el diseño de las tasas municipales de recogida y tratamiento donde cada hogar paga en función de los residuos que genera".
En tercer lugar, Ecologistas en Acción Valladolid propone la puesta en marcha de tras programas pilotos para la recogida puerta a puerta en un barrio, la recogida puerta a puerta para una zona comercial y otro para superficies comerciales para el establecimiento del sistema de depósito, devolución y retorno.
Finalmente, se establecería un programa piloto con superficies comerciales de la ciudad para la instauración de sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR). Los contenedores amarillos no son una buena medida. Sí lo son, en cambio, los programas SDDR, probados con éxito desde hace años en algunos países europeos para cubrir tres tipos de envases: plástico, metal y vidrio. Tendría que haber colaboración económica de ECOEMBES que es la fundación que recibe el dinero que pagamos de manera adelantada los usuarios. Y tendría que hacerse con algún incentivo económico para los consumidores.
Por último, Ecologistas en Acción propone el establecimiento de sistemas de medida en los contenedores de la ciudad. Una verdadera "smart city" y un programa municipal de reducción de residuos exige completar progresivamente los contenedores para que incorporen, de la manera más fácil y barata, instrumentos de medición de los residuos depositados para caminar hacia el pago por generación (bolsas obligatorias o etiquetas identificativas). En el caso de los contenedores para residuos orgánicos habría que instalar mecanismos de "apertura con tarjeta", que se entregará a cada vecino, ya que una mejor separación de los residuos en origen constituye la clave para su mejor reciclado. La AIREF aboga decididamente por ellos.