Valladolid es una de las provincias del país con mayor tasa de hospitalizados en función de su población. En el año 2020 ocupaba el noveno puesto del país, con 9.799 por cada cien mil habitantes; en 2021 ascendió al sexto puesto, con 10.593, y en 2022 mantuvo esa posición, con una tasa de 11.274, según los datos de la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria publicada hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Solo hay cinco provincias que están por delante: Barcelona, con 12.372; León, con 12.230; Orense, con 12.069; Zaragoza, con 11.706, y Vizcaya, con 11.383. Buena parte de las que ocupan los primeros puestos pertenecen a las comunidades más envejecidas. De hecho, cuatro de las diez primeras son de Castilla y León.
Los datos también demuestran que las enfermedades del aparato digestivo han vuelto a convertirse en la primera causa de ingreso, después de dos años en los que las del sistema circulatorio ocuparon ese lugar. En 2022 fueron 8.645 los hospitalizados por este motivo, con dos patologías que destacan sobre las demás: las hernias inguinales (1.340 casos) y los cálculos en la vesícula biliar (1.275). También son importantes en número las enfermedades del sistema circulatorio, las segundas más habituales. De los 8.256 casos registrados, 1.393 fueron enfermedades hipertensivas y 1.381, accidentes cerebrovasculares. Entre las primeras se encuentran, por ejemplo, las insuficiencias cardiacas, y entre los segundas, los infartos cerebrales y hemorragias. También es significativo el número de trastornos de conducción y disritmias cardiacas, con 1.022 casos. En este epígrafe se incluyen paros cardiacos, arritmias y taquicardias, entre otras cosas.
La suma de las enfermedades del aparato digestivo y las del sistema circulatorio representan casi un tercio de los ingresos en los hospitales públicos de Valladolid.
La tercera causa más frecuente son las enfermedades del sistema respiratorio, con 6.529 ingresos. La neumonía es la más habitual.
Por detrás de estos tres grupos de patologías se encuentra el cáncer (6.393 casos), las lesiones y envenenamientos (4.992), las enfermedades del sistema genitourinario (4.416) y las del sistema osteomuscular (3.737).
Las estadísticas de 2022, recién publicadas, también ponen de manifiesto la vuelta a la normalidad después de la pandemia. El periodo 'covid' estuvo marcado por un importante descenso de los ingresos, sobre todo, por la suspensión de intervenciones quirúrgicas. Por ejemplo, en el Clínico y el Río Hortega, durante los primeros meses, solo se hicieron el 5% de operaciones programadas, el porcentaje más bajo de toda Castilla y León. Y eso se tradujo en cifras. De los 58.534 ingresos de 2019 se pasó a 50.938 en el primer año de pandemia. Un indicador que se fue recuperando en los dos años siguientes: 54.813 en 2021 y 58.597 en 2022.
También se han moderado en este periodo los ingresados por covid, incluidos estadísticamente en el apartado de 'Ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias'. De las 1.458 de 2019 se pasó a 2.431 en 2020 y 3.252 en 2021. Pues bien, en 2022 ya empezaron a bajar para situarse en 2.590.
Respecto al año anterior, es significativo el incremento de hospitalizaciones por trastornos mentales. En 2022 fueron 1.037 casos, un 13% más que en 2021, aunque es un nivel muy similar al que había antes de la pandemia. La esquizofrenia y las depresiones y otros «trastornos del humor (afectivos) son los más frecuentes. El INE también incluye aquí los trastornos derivados del abuso del alcohol y otras sustancias psicoactivas.
Aunque Valladolid está entre las provincias con más tasas de ingresos hospitalarios, lo cierto es que la estancia media está por debajo de la española. En 2022 fueron 7,22 días, en la misma línea de los últimos años, excepto el repunte de 2020, donde casi llegó a ocho. En España fue de 8,1 días en 2022. También aquí hay grandes diferencias entre unas patologías y otras. Las estancias más largas son las de los trastornos mentales, con más de 32 días de media, aunque es un dato que está condicionado por los más de 322 días de media que están ingresados los pacientes con demencia. No obstante, en el resto de trastornos las estancias también están muy por encima de la media.Las enfermedades inflamatorias del sistema nervioso son las que provocan las segundas estancias más largas, con algo más de 13 días, otro dato que está condicionado por la inclusión en este epígrafe del Alzheimer, con 57 días de media.
Otro dato que sitúa a Valladolid por encima de la media nacional es la edad de las personas ingresadas. Si en España es 58,3 años, en la provincia se eleva hasta los 60,5. Este indicador tiene mucho que ver con el envejecimiento general de cada provincia. Orense y Zamora son las que 'ingresan' los pacientes de mayor edad, con 66,9 y 66,7 años, respectivamente.
Desde otras comunidades
El artículo 3.2 de la Ley General de Sanidad dice que la asistencia pública «se extenderá a toda la población española» y que «el acceso y las prestaciones sanitarias se realizarán en condiciones de igualdad efectiva». Es decir, cualquier ciudadano con tarjeta sanitaria tiene derecho a recibir esta asistencia, aunque no se encuentre en su comunidad autónoma. Si una persona tiene pensado desplazarse de forma temporal a otra zona de España, puede pedir una tarjeta sanitaria de desplazado para garantizar, por ejemplo, que puede acceder un médica de cabecera allí donde se instale por un periodo determinado. Pero también puede suceder que alguien precise de estos servicios fuera de su comunidad por una urgencia. De hecho, es el motivo más habitual de ingreso hospitalario en Valladolid entre los que no son de Castilla y León, si bien es cierto que es un porcentaje muy pequeño sobre el total. En 2022 fueron 507 de los 58.597 ingresos. Es decir, un 0,8%, a los que habría que añadir otros 207 ciudadanos que vivían en el extranjero. Si se suma este colectivo, el porcentaje sube hasta el 1,2%. Hay otro pequeño grupo de pacientes de otras comunidades que sí que vienen a Valladolid para ingresos programados. Los que son derivados a las dos unidades de referencia nacional que tiene el Clínico: la de reconstrucción de la superficie ocular compleja y la de tumores intraoculares del adulto. Madrid es la que más pacientes envió, con 188, seguida de País Vasco, con 73.