Los regantes del Macías Picavea perderán más de 3,6 millones

R.G.R.
-

Los 600 agricultores del canal de riego tienen que pagar aún la obra, pero no podrán regar por deficiencias de la tubería que abastece a 2.400 hectáreas

030423JT_1228.JPG - Foto: Jonathan Tajes

Los 600 regantes del Canal Macías Picavea, que abastece los municipios de Medina de Rioseco, Villabrágima, Tordehumos y Villagarcía de Campos, no tendrán más remedio que abandonar los cultivos de regadío y sembrar secano, lo que les ocasionará unas perdidas que superarán los 3,6 millones de euros. La situación es complicada y parece no tener más solución que la vía judicial.  La Comunidad de Regantes se encuentra modernizada desde el año 2005, en base a los proyectos de modernización de regadíos impulsados por la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa).  

 Abarca más de 2.400 hectáreas de regadío y cuenta con cerca de 600 comuneros-propietarios. Desde hace unos años, vienen sufriendo averías y en la pasada campaña de riego ya tuvieron numerosos problemas ocasionados por reventones y fugas de la tubería que riega los cuatro términos municipales. La infraestructura comienza en las laderas de Rioseco y se prolonga pegada a la carretera hasta Villagarcía. 

Tantos fueron los problemas que los seguros han dicho basta. El presidente de la Comunidad de Regantes, Luis Real, indicó que la carretera se inundó el año pasado a las cuatro de la madrugada con 40 centímetros. «Ahora mismo, no tenemos seguro de responsabilidad civil y no queremos problemas con nadie». 

Ante esta situación, han reclamado ante Seiasa, pero no recibido ninguna solución, al menos por el momento. «Nos dicen que no son responsables, cuando en el proyecto está bien claro que la tubería es suya por 50 años». La Sociedad Estatal entregó la obra en el año 2005. 

No hay una solución encima de la mesa. El próximo 8 de mayo está prevista una reunión entre los regantes y el Seiasa, pero las expectativas no son buenas. La solución sería un cambio de 18 kilómetros de tubería, lo que supondría un coste de unos nueve millones de euros, que ninguna administración está dispuesta a aportar. «Es una desesperación porque hemos dado con una empresa pública que nos ha cerrado las puertas». 

Los regantes empiezan a vislumbrar que tendrán que acudir a la vía judicial para intentar solucionar este problema y han encargado un informe pericial que refleje que la obra presentaba deficiencias desde el primer momento, con el objetivo de judicializar el caso en busca de una solución. 

De momento, los agricultores no tienen más remedio que cambiar el cultivo de regadío que tenían pensado por uno de secano, que no necesite un agua de la que no disponen. El cálculo realizado por los propios regantes eleva hasta los ?3,6 millones de euros las pérdidas ocasionadas este año por estos cambios. Eso, teniendo en cuenta solo los costes directos, a los que habría que añadir las pérdidas que ocasionará en otros sectores, como el ganadero y el transporte. «Sin ir más lejos, los ganaderos de Villabrágima, uno de los pueblos con mayor densidad de explotaciones, tendrán que comprar el forraje más lejos y los camiones que sacan nuestros productos dejarán de cobrar los portes», indica Real. 

A pesar de que el pasado 1 de abril comenzó la campaña de riego, una parte importante de los terrenos se encuentra en barbecho a la espera de una solución que no llega. 

Gastos sin cultivo. Los miembros de la Comunidad de Regantes todavía están inmersos en los pagos de la obra, que finalizó en 2005, y ahora se encuentran en una situación complicada, al no tener  agua ni cultivos y tener que afrontar los pagos pendientes por una obra que consideran que se inauguró ya con deficiencias.

La tensión entre los regantes es elevada y ya han protagonizado tractoradas en Valladolid con el objetivo de que la sociedad conozca su situación. «No vemos nada claro el futuro. Y eso a sabiendas que aquí, en esta zona, sí existe el relevo generacional y somos muchos los agricultores jóvenes que sembramos en la zona», lamenta.