Los suicidios se han convertido en un problema de salud pública de primer orden. Y no porque hayan experimentado un aumento significativo en los últimos años, sino porque las administraciones y las entidades sociales han puesto sobre la mesa un drama que siempre ha estado ahí, pero durante muchos años fue un tabú. La mayoría de expertos coincide ahora en que la visibilización del problema es el primer paso para atajarlo. Al mismo tiempo, la administración nacional, las regionales y locales han puesto en marcha diversas estrategias de prevención del suicidio que, al menos a corto plazo, no parecen haber tenido el efecto deseado.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado se quitaron la vida 50 personas en Valladolid. Y en 2022 fueron otras 54. Estas dos cifras suponen un pequeño repunte frente a los años anteriores (45, 41,42 y 45, respectivamente). Unos números que ponen de manifiesto que, de momento, estas estrategias no están dando sus frutos.
La Junta puso en marcha en 2021 una estrategia para la prevención de la conducta suicida. Una plan que se prolongará hasta 2025 y en cuyo argumentario se incide en que este problema es la primera causa de muerte externa en España. "Mientras que en el ámbito de otras causas externas de mortalidad, como los accidentes de tráfico, en las últimas décadas se han llevado a cabo importantes campañas de sensibilización y prevención que han conseguido disminuir drásticamente su impacto, en el caso del suicidio no se ha abordado de igual forma su prevención", dice el documento.
Del mismo modo, el Ayuntamiento de Valladolid presentó el pasado 23 de mayo la campaña para la prevención de la conducta suicida bajo el título 'Hay salida. El mundo necesita tu brillo', en la que el Consistorio sigue trabajando. Además, se van a realizar once talleres de sensibilización antes de que finalice el año, en los que se van a trabajar diferentes contenidos como la situación actual del suicidio, conceptos básicos, factores de riesgo y de protección en la conducta suicida, orientación para familias y personas allegadas, técnicas, estrategias y recursos de supervivencia, a quién acudir para buscar ayuda, además de realización de casos prácticos. Todos estos contenidos se adaptarán a los perfiles de las personas participantes.
El Colegio de Psicólogos de Castilla y León también alertó este martes, con motivo del Día Internacional del Suicidio, de que en lo últimos diez años se han suicidado 457 personas en Valladolid y dieron algunas claves para intentar frenar esta tendencia: "Las personas que se suicidan no quieren morir, sino dejar de sufrir", señala el decano del Colegio, Jaime Gutiérrez, e incide en que es "fundamental conocer las señales de alerta de riesgo de conducta suicida para poder intervenir a tiempo". Según el INE, en Castilla y León se produjeron 194 suicidios en 2023, el 72% de ellos de hombres y el 28%, de mujeres. En España la cifra llega hasta los 3.952 y los expertos estiman que los intentos fallidos alcanzan los 8.000 casos. A pesar de la visibilización que se ha logrado en los últimos años, las cifras de decesos se mantienen casi intactas desde hace una década. La Comunidad contabiliza 2.228 muertes por esta causa desde 2014, una media de 222 cada año.
"Ha sido necesario poner sobre la mesa esta lacra que se cobra la vida de 4.000 personas en España cada año, pero esta normalización no sirve de nada si no va acompañada de una Ley Nacional de Prevención del Suicidio", explica el vicedecano del Colegio, Jesús de Blas, y añade que "la prevención tiene que llegar por esa vía para poder establecer estrategias para las situaciones de riesgo, aumentar las ratios de profesionales de la salud mental en Atención Primaria, dar un buen acompañamiento a los familiares y destinar un presupuesto".
Por su parte, El Puente Salud Mental Valladolid presentó este martes la exposición 'Paisajes de mi memoria', que nace con la finalidad de sensibilizar sobre la prevención de la conducta suicida y visibilizar el momento que viven los familiares durante el duelo. La familia de Elena González, fallecida en mayo de 2024, quiere, a través de su obra, recordar la importancia que tiene hablar del suicidio, un problema grave de salud pública que es devastador, pero también prevenible. "Hablar salva vidas. Es muy importante sensibilizar y concienciar para prevenir la conducta suicida.
Informar con responsabilidad, alejándose del sensacionalismo, cuidando el lenguaje y aportando datos y testimonios fiables es clave", explica Rosa Calderón, psicóloga de El Puente Salud Mental Valladolid.
En la obra de Elena, licenciada en Bellas Artes, se reflejan los diferentes lugares en los que vivió, como Barcelona, Mallorca... "y la sensibilidad que tenía para captar la belleza, para sacar lo mejor de cada lugar", explica Laura González, su hermana. "Durante un duelo por suicidio al sentimiento de angustia, culpa, tristeza... sumas lo perdida que te encuentras, la falta de información, de recursos... de no saber qué hacer y dónde acudir", añade González. De ahí el deseo, con esta exposición, de invitar a reflexionar sobre la importancia de hablar del suicidio, de no olvidar a las familias.