Paulo Pezzolano afronta su segunda temporada completa en Valladolid. Tras llegar al final de la 2022/23 y descender a Segunda y recuperar la categoría en el pasado curso, el uruguayo tiene ante sí una nueva etapa en Primera. Lo hace, como siempre desde que ha llegado, defendiendo al club por encima de todo, aunque en la última semana del mercado de fichajes pidiera más incorporaciones y éstas no llegaran.

El entrenador charrúa ha apostado en este primer ciclo de partidos por el 1-4-3-3. Ya se decantaba por él cuando fichó por la entidad de Zorrilla. «Me encanta porque ocupas todos los carriles en ataque, tienes muchas líneas de pase, muchos rombos dentro del campo para jugar simple, tienes amplitud... si tienes extremos es buenísimo», señalaba en una entrevista a este periódico. A ello le añadía lo de equipo intenso, dinámico, buscando siempre la portería rival y con presión alta. Y parece que esto mismo está en su libreto esta campaña.

Extremos tiene y futbolistas para hacer rombos en el centro del campo, por lo que parece que apostará por ese sistema, con posibles mutaciones, hacia el 1-4-1-4-1, poblando algo más el centro del campo en los encuentros lejos del José Zorrilla, como pasó en el Bernabéu y el Camp Nou. De momento siempre con una sola referencia en ataque, como ya ocurriese el año pasado.

Su discurso parece que caló el pasado año en el vestuario y es lo que busca que pase en el presente, en el que solo cuenta con cinco caras nuevas.