Pequeño, muy pequeño, respiro para los bolsillos de los trabajadores de Castilla y León, y los salarios están consiguiendo doblegar el incremento de precios. La tenaza que el rally inflacionario provocó el pasado sobre el bolsillo de las familias de la Comunidad se ha aflojado un poco durante este ejercicio, llegando incluso a recuperarse parte del bocado que el aumento de costes pegó al poder adquisitivo de los asalariados autonómicos el pasado año. Los números no son para tirar cohetes pero al menos invitan al optimismo después de un 2022 nefasto en el que los sueldos de los trabajadores autonómicos perdieron 924 euros de valor por el impacto de la inflación.
Frente a esto, la relajación del IPC y las mejoras salariales este año se han traducido en una mejora del 0,71 por ciento del poder adquisitivo de los asalariados regionales. Traducido al bolsillo, esto supone una mejora de 160 euros anuales por trabajador. La dolorosa realidad de los números refleja que pese a la evidente mejora, el poder adquisitivo de los ocupados de Castilla y León todavía arrastra un déficit de 750 euros, y todo apunta que este significativo cambio de tendencia tardará en revertir por completo los efectos del 2022.
Dos son los 'culpables' de esta positiva reversión. Por un lado, la inflación sigue contenida y lejos de las cifras –casi de doble dígito– que la economía de Castilla y León sufrió el pasado año. Los diez primeros meses de este 2023 arrojan un IPC acumulado del tres por ciento en la Comunidad, la mitad que el 6,5% con el que se cerró el ejercicio anterior. A esto se le suma que las mejoras salariales pactadas en convenio han conseguido doblegar el incremento de precios y durante los nueve primeros meses alcanzaron el 3,71 por ciento –con un 2,51 por ciento para los de empresa y un 3,84 por ciento para los sectoriales– según los datos del Observatorio creado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transición Digital, el Banco de España y la Agencia Tributaria.
Los trabajadores recuperan 160€ de poder adquisitivo este añoO lo que es lo mismo, el poder adquisitivo de los trabajadores autonómicos ha crecido un 0,71 por ciento con un beneficio de 160 euros anuales por asalariado. No obstante, no sirve para compensar los 925 euros perdidos en 2022 cuando el desfase entre la subida del IPC y de los sueldos rompió la barrera del cuatro por ciento.
Mejora «insuficiente»
El secretario de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO-CyL, Fernando Fraile, no oculta que en materia salarial «se está cumpliendo, se están mejorando los salarios», pero de forma «insuficiente», porque el acuerdo de transposición establecía que en la Comunidad, se contemplasen subidas salariales superiores a las planteadas en el AENC estatal, para lograr «equiparar» las retribuciones de los trabajadores a la media. «Hay margen para subir los salarios, para recuperar el poder adquisitivo y avanzar hacia la equiparación con los salarios medios estatales». Con todo, se felicita porque están recuperando esas cláusulas de revisión salarial, que «habían caído a mínimos y han logrado incluirla en el 40 por ciento de los 60 acuerdos suscritos este año». «Los salarios recuperan poder adquisitivo gracias a las subidas pactadas y la moderación de la inflación», señalan desde Comisiones Obreras.
Por su parte, el secretario de Acción Sindical y Coordinador el Diálogo Social de UGTCyL, Raúl Santa Eufemia, insiste en que «el incremento de los salarios es fundamental para garantizar el poder adquisitivo de las trabajadoras que, a su vez, repercute positivamente en el aumento del consumo y de la demanda lo que empuja la creación de empleo y, en definitiva, el crecimiento económico». El responsable sindical señala igualmente que a pesar del IPC, «sigue siendo muy positivo el descenso experimentado en el último año». No obstante, Raúl Santa Eufemia reconoce que dentro del sindicato «sigue preocupando y mucho» el incremento continuo de la cesta de la compra a la que tienen que hacer frente los castellanos y leoneses.