El ocaso de las criptomonedas

Carlos Cuesta (SPC)
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La quiebra de la plataforma FTX de divisas digitales ha generado una tormenta perfecta que ha hundido más de un 30% el bitcoin en la última semana y ha tumbado la confianza en este mercado

El ocaso de las criptomonedas - Foto: Imagen de MichaelWuensch en Pixabay

En un contexto financiero en el que EEUU, China y la Unión Europea tratan de competir con las criptomonedas con el dólar, el euro o el yuan en formato digital, la inestabilidad y volatilidad de las divisas virtuales se ha puesto en tela de juicio tras perder en las dos últimas semanas el bitcoin o el ethereum, que son los buques insignia de este fenómeno, más de un 30% de su valor tras la quiebra de la plataforma FTX.

La organización, con sede en Bahamas, se desplomó en un solo día de 21,32 a 4,85 euros, para seguir en caída libre hasta depreciarse en poco más de un dólar una vez confirmada su quiebra. Una realidad que se tradujo en que su fundador, el estadounidense Sam Bankman-Fried de solo 30 años y que dimitió hace unos días, vio cómo salía en cuestión de días de la lista Forbes de millonarios dejando a miles de inversores con unas pérdidas históricas. 

Se trata de un auténtico tsunami que ha hundido la confianza de los inversores en el mercado crypto, llevando al bitcoin a mínimos de dos años en un escenario generalizado de beneficios. Su mejor curso fue 2010, cuando se disparó un 9.900%. El pasado 2021, ganó más de un 66% y un 301% en 2020. Desde su nacimiento en 2010 solo había tenido pérdidas en 2014 de un 58% y en 2018, que se dejó un 73%.

Los analistas de la debacle actual sostienen que el motivo no es otro que la crisis provocada por la plataforma FTX, que afronta un agujero de 8.000 millones de dólares y necesitaría al menos 4.000 millones para recuperar su solvencia.

Según informó hace semanas la agencia Bloomberg, Bankman-Fried había avisado a sus socios inversores que sin una inyección de efectivo tendría que declararse en quiebra. La agencia avanzó que en la llamada al rescate de Binance llegó a reconocer literalmente su error con la expresión «La he cagado». 

Los economistas consideran que los desplomes vienen por varios frentes. Su expansión fue gracias al calor del dinero barato y el exceso de liquidez pero, a día de hoy, con la subida de tipos de la FED (4%) y del BCE (2%) por la inflación, la financiación de valores financieros es más cara perjudicando tanto a los activos llamados de crecimiento futuro, así como a los nuevos negocios.

El propio director ejecutivo de Coinbase, el exchange más prestigioso y con las comisiones más altas de este mercado, predijo unos días antes que «si el acuerdo con Binance se caía, probablemente significaría cuantiosas pérdidas para los clientes de FTX». Lo que no confirmó en ese momento es que sería para ellos una situación tan extrema.

Ante la alarma creada, la situación puso en alerta a las autoridades estadounidenses. La Comisión de Valores y Bolsa (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas abrieron de inmediato una investigación para aclarar si la plataforma FTX manejó adecuadamente los ahorros de sus clientes, así como la gestión de las inversiones o si, como se cree, colocó el dinero de sus accionistas en valores de riesgo sin contar con su aprobación ni su supervisión.

La compañía financiera JP Morgan subrayó que el mercado de las criptomonedas se enfrenta a la situación más complicada desde el nacimiento del bitcoin en 2008 y, a semanas de desapalancamiento como consecuencia de la crisis de FTX, lo que podría llevar el bitcoin a caer hasta los 13.000 dólares. El banco advirtió de una «cascada de requerimientos de garantías» dadas las relaciones entre la plataforma, su casa de intermediación Alameda Research y el resto del ecosistema de criptomonedas.

Riesgo de contagio

El gancho de las rentabilidades de las divisas digitales ha quedado muy lejos y los inversores han vuelto a destacar la gran volatilidad de este mercado en el que, por ejemplo, el bitcoin ha caído en 11 ocasiones más del 40% tras tocar su máximo y, aunque suele sobreponerse con fuerza, el criptoinvierno puede tardar ahora más en recuperarse. El riesgo de contagio también ha afectado al resto de monedas virtuales y los ahorradores se retraen a valores refugio con menores rentabilidades pero con mayor seguridad.

Se trata de un mercado que no es para todo tipo de perfiles inversores, solo para los que ven en las finanzas descentralizadas las mejores oportunidades para sus ahorros y, además, son conscientes de su especulación y volatilidad en un negocio que muchos economistas defienden que si no entran en una regulación oficial acabará por desaparecer.