La propuesta de un paso subterráneo bajo la rotonda de San Agustín, una demanda histórica para la mejora de los accesos y la movilidad en la zona sur, ha conseguido que el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y el ministro de Transportes, Óscar Puente, se citen para garantizar su ejecución.
Un proyecto de consenso, que presentó este lunes el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, es fruto de un estudio de tráfico que certifica que por este punto pasan más de 75.000 vehículos diarios. El análisis concluye que la mejor solución para garantizar la fluidez y la seguridad en el entorno es un paso inferior en ambos sentidos de la N-601, que tendría un coste de unos 10 millones de euros. «Esta opción equilibra mejor los flujos principales y la funcionalidad general del cruce y a priori con menores complicaciones técnicas en comparación con los otros escenarios», defendió el concejal. Y también advirtió que dado el elevado coste sería necesaria la ayuda del Ministerio de Transportes, la Junta e incluso que habría que recurrir a fondos europeos.
Una colaboración que pidió, este miércoles, vía epistolar el alcalde a su antecesor, ahora responsable de la cartera de Transportes, administración titular de la N-601. Carnero le adelanta la intención del Consistorio de iniciar «próximamente» actuaciones para la redacción del proyecto constructivo y la «posterior» ejecución de las obras, aunque su concejal ya advertía esta semana que se podría demorar hasta el final del mandato.
Esta vez la carta del alcalde tuvo respuesta inmediata, no como las anteriores relacionadas con el soterramiento. El ministro mostró su satisfacción por que el «tan anhelado» proyecto para deprimir el paso de entrada a la ciudad por la N-601 «avance». Hay que recordar que esta solución está sobre la mesa de los responsables municipales desde hace casi tres décadas. Pero ahora, con el más que presumible acuerdo entre Ayuntamiento y Ministerio parece más cercana su ejecución.
Puente tiende la mano a Carnero para una reunión o «los encuentros que sean necesarios» para firmar un convenio. De hecho, insta a que no haya «dilaciones».