Diez detenidos en un golpe a la trata de blancas en Valladolid y La Coruña. La Policía ha arrestado a los encargados de dos clubes de alterne, uno gallego y otro de San Miguel del Pino, y a los miembros de dos clanes familiares llegados de Rumanía y Bulgaria, acusados de obligar a prostituirse a una joven rumana de solo 15 años, que viajó a España bajo la promesa de un trabajo de niñera.

La operación se desencadenó a raíz de que la Policía se topase con la menor, corriendo, por una carretera de la periferia de Santiago de Compostela; la niña huía de una agresión que le había propinado el responsable del clan familiar que la retenía en Galicia. Después de una primera asistencia médica, la víctima relató a los agentes toda su historia y que ese grupo era el segundo que le obligaba a ejercer la prostitución en España, después de una primera estancia en un club de alterne de la provincia de Valladolid.

De niñera. Todo empezó meses antes en su Rumanía natal. Una mujer de su pueblo convenció a su familia de que la dejase emigrar a España para empezar a trabajar como cuidadora de bebés, según detallaron fuentes del caso a este periódico. Una vez en Valladolid, descubrió que ese trabajo no era tal y su compatriota, una de las que ha ingresado en la cárcel por este asunto, la puso en manos de su pareja -un búlgaro- y otras tres personas -dos de nacionalidad búlgara y otra de Rumanía- que se encargaron de llevarla al Jamaica, club ubicado en la autovía A-62, en el término municipal de San Miguel del Pino, donde fue obligada, bajo fuertes agresiones y todo tipo de amenazas a prostituirse durante semanas.

La Policía explica en la nota de prensa emitida ayer sobre el caso que la niña vivía en «condiciones de semiesclavitud» en Valladolid. Por ello, buscó la manera de huir del Jamaica y contactó con unos compatriotas -eran también de su mismo pueblo- que vivían en la localidad de Santiago. Les relató su situación y estos le dijeron que se fuera a Galicia con ellos, que la buscarían un trabajo allí como empleada del hogar, dejando de ejercer la prostitución.

La menor, una noche, decidió huir del Jamaica aprovechando un descuido de los porteros del local. Llegó a Santiago con la que iba a ser su nueva ‘familia’, pero de nuevo se vio obligada a ejercer la prostitución para ellos.

Por dinero. La llevaron a un club de Padrón y, bajo agresiones y todo tipo de vejaciones, volvía a ser explotada sexualmente. Fuentes del caso apuntaron que hasta el clan de Santiago llegó a pagar dinero al clan de Valladolid a cambio de la menor, «para evitar problemas mayores», según detallaron estas mismas fuentes.

La colaboración del agregado de Rumanía en España permitió la plena identificación de la víctima y la localización de los dos clanes familiares. Luego se arrestó a los dos encargados de los dos clubes. Estas diez personas responderán de la comisión de un presunto delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, corrupción de menores