Mal día para Pedro Sánchez, con pésimas noticias: su mujer mantuvo varias entrevistas con dos de los protagonistas del caso Koldo, el empresario y comisionista Víctor Aldama, y el también empresario Javier Hidalgo. Por otra parte, la Sala Segunda del Supremo anunciaba que investigaría a Puigdemont por si hubiera incurrido en delito de terrorismo a través de Tsunami Democratic.
Los próximos días se presentan complicados para Sánchez. Varios medios de comunicación han tenido acceso al sumario del caso Koldo, y lo que se va conociendo incrementa el escándalo. Pero escandaliza también que la corrupción moral que se denuncia desde hace tiempo, se agranda con los hechos últimos y con que se mantiene el empecinamiento de Sánchez de aprobar la ley de amnistía. Pocos son los expertos que la defienden, excepto los sanchistas que aceptan lo que sea con tal de impedir lo que tanto pregonan Moncloa y Ferraz: que hay que salvar a España de un gobierno de extrema derecha y corrupto.
Ese argumento ya no cuela cuando sale a la luz que en el Gobierno de Sánchez la corrupción estaba a la orden del día. Acusan permanente al PP, pero ellos tienen mucho que ocultar. Y, por lo que se conoce ahora, no se trata solo de asuntos del pasado.
Panorama preocupante para el presidente de gobierno. Cada día que pasa se conocen más nombres implicados en la trama de las mascarillas, desde el pago de comisiones a personalidades que legalmente no pueden cobrarlas, hasta las denuncias de que las mascarillas no eran las adecuadas pero los organismos que las compraron encuentran dificultades para recobrar el dinero pagado. Aunque es probable que el asunto que más inquieta a Pedro Sánchez es que su mujer se haya entrevistado con Aldama e Hidalgo.
La vicepresidenta Montero ha salido en su defensa diciendo que en el trabajo de Gómez es lógico que se reúna con empresarios; pero no ayuda a la imagen de Begoña Gómez el recuerdo de la polémica que provocó cuando ocupó un cargo sin cumplir los requisitos exigidos. Aunque no se puede asegurar que los contactos mantenidos estén directamente relacionados con decisiones de gobierno, existe la percepción de que Gómez ha utilizado su relación personal con el presidente para acceder a trabajos privilegiados y, quizá, para influir en decisiones del gobierno.
Se presentan días complicados para Sánchez. Lo que se va conociendo conoce del sumario del caso Koldo es inquietante, y sigue ahí el debate sobre una ley de amnistía.
Desde las instituciones europeas, desde el propio despacho de Ursula Von der Leyen -poco sospechosa de sentir animadversión hacia Sánchez- advierten que se está investigando la ley de amnistía que promueve el gobierno. Lógico: los eurodiputados y ministros españoles pidieron que se le levantara la inmunidad parlamentaria a Puigdemont, para comparecer ante la justicia española.
Saben perfectamente en Bruselas que el cambio de criterio llegó cuando Sánchez se vio necesitado de los 7 votos de Junts para seguir gobernando. Solo entonces.