A simple vista puede parecer sencillo, pero no lo es. Las veinte hermandades que componen la Semana Santa de Valladolid realizan un trabajo ingente? cada vez que salen en procesión. Sacar a miles de cofrades de forma coordinada en procesión es una ardua labor que requiere un trabajo previo de muchas semanas en el que no solo están involucradas las propias cofradías, sino que son muchos los negocios que intervienen para que todo salga perfecto.
Algunas de estas empresas ya se han puesto manos a la obra con los primeros preparativos. La verdad es que los negocios de Valladolid con una clara vinculación a los días de pasión cada vez son menores y las cofradías no tienen más remedio que recurrir a negocios de fuera de la provincia en algunos casos. No obstante, sí existen algunos establecimientos con décadas de trabajo a sus espaldas que están en pleno proceso de elaboración de diversos artículos para la Semana Santa de este mismo año.
Aunque aún resta casi un mes para que den comienzo las primeros procesiones en las calles de la ciudad y los distintos municipios de la provincia, estos negocios ya han empezado los preparativos. Las tallas, flores, andas, velas, incienso, orfebrería, hábitos..., son muchos los elementos que deben estar listos.
No todos los cofrades son conscientes del trabajo que se debe llevar a cabo. Por ejemplo, en el caso de los hábitos algunas hermandades se alquilan sus propios trajes con el objetivo de que todos sean idénticos. Artesanía Jorge Guillén es uno de los negocios que llevan más de tres décadas elaborando los distintos hábitos de las cofradías. «El que conoce el oficio puede ver algunos casos donde no todos los hábitos son iguales».
El trabajo de estas empresas lleva ya semanas y en muchas de ellas la plantilla ya se ha puesto manos a la obra para tenerlo todo preparado cuando llegue el momento. Se podría decir que las flores son un caso especial, ya que los bocetos de los distintos proyectos de cada una de las tallas, especialmente las vírgenes, ya se han elaborado hace semanas. Lo mismo pasa con andas, faldillas y almohadillas de los distintos pasos. Un trabajo previo que luego se ve en la calle. Tapicería Restauraciones Alejandro es una de las pocas empresas de su sector que todavía se mantiene abierta en Valladolid. Un trabajo silencioso y previo sin el que no sería posible la Semana Santa de Valladolid.
Jesús Muñumer
Artesanía Jorge Guillén
«En hacer un hábito tardo unos dos días completos»
Alejandro Angulo, de tapicerías Angulo, restaura obras de diferentes hermandades de Semana Santa. - Foto: Jonathan TajesPrácticamente toda la vida entre agujas, dedales e hilos de coser. Jesús Muñumer regenta Artesanía Jorge Guillén, ubicada en la calle Lencería. Tiene 52 años y durante tres décadas ha confeccionado hábitos para las distintas cofradías de la ciudad. «Hacemos para distintas hermandades y para todos aquellos cofrades que nos lo pidan».
Se podría decir que es uno de los encargados de que todos los cofrades de una misma hermandad desfilen completamente uniformados. «Ya son muchos años y nos encargamos que haya uniformidad y que no se noten las diferencias de una semana santa para otra». El Cristo del Perdón, Las Siete Palabras, Nuestra Señora la Virgen de la Piedad, La Sagrada Cena o las Antiguas son solo algunas de las cofradías para las que trabaja Muñumer. A falta de un mes para que arranquen las primeras procesiones, el trabajo es constante porque a los nuevos hábitos encargados se unen los remedios de última hora.
Dos personas trabajan en el negocio y, en algunas ocasiones, se ven sobrepasados. «Un hábito lleva mucho trabajo. Hay que encargar la tela, confeccionarlo, hacer una o dos pruebas y hasta que al final se lo lleva el cliente tardas unos dos días completos. Su precio suele rondar los 200 euros».
Alejandro Angulo
Tapicería Restauraciones Alejandro
Leopoldo Adiego, de Rebeca Floristas. - Foto: Jonathan Tajes«Las andas ya no se hacen guarnecidas y se usa más goma. Duran menos»
Tres generaciones de tapiceros a sus espaldas. Tapicería Restauraciones Alejandro es la última de las tiendas tapiceras que existe en Valladolid que mantiene relación con la Semana Santa. Trabaja de forma indistinta con cualquier cofradía y realizan cualquier tipo de artículo vinculado a la tapicería. Angustias, Vera Cruz, Las Siete Palabras, El Nazareno, La Pasión, Cristo Atado a la Columna..., son solo algunas de las hermandades que cuentan con distintos artículos elaborados por sus manos.
A sus 85 años, Alejandro Angulo se mantiene al pie del cañón en el negocio y reconoce que las andas ya no se hacen como hace años. «Las andas guarnecidas ya no se hacen, se usa más goma y eso hace que duren menos». En estas semanas previas a las procesiones, el negocio no para con varios artículos, almohadillas, faldillas y otros elementos que luego portarán los cofrades en procesión. «Estamos casi todos los días metidos en las cofradías. No tenemos otra misión que no sea que todo salga bien y lo hacemos con todo, con aspectos de tapicería y con todos los elementos que hacemos porque restauramos todo tipo de piezas que tengan que ver con la Semana Santa», concluye.
Leopoldo Adiego
Rebeca Floristas
«Llevamos un mes ya preparando flores, proyectos y adornos»
Buena parte de la belleza que muestran las distintas tallas de la Semana Santa de Valladolid vienen motivadas en gran medida por los adornos florales. En la tienda Rebeca Floristas lo saben bien. Son los encargados de los proyectos florales de ocho cofradías. Su semana santa particular no empieza con las jornadas de pasión, sino que ya desde hace un mes arrancaron con la gestión de los diferentes proyectos.
El sector de las flores es «muy complicado», ya que el trabajo previo comienza mucho antes de mostrarlo. «Rosas, orquídeas, claveles... son muchos los tipos de flores que se usan durante estos días. Va variando y depende mucho de cada una de las cofradías». Después de 30 años haciendo este trabajo para las distintas hermandades, ya conocen a la perfección los distintos pasos a seguir, pero siempre hay sorpresas.
Se comienza muy pronto con las bases, los verdes y es en el último día cuando el trabajo se convierte en una pequeña locura porque tienen que acudir a cada una de las sedes de las cofradías para terminar de colocar cada una de las flores. «Las flores se pueden poner el día antes, no mucho más. Lo normal es que se pongan el mismo día. Una procesión es un día de mucho trabajo».