Medio Ambiente localiza 400 nidos del aguilucho cenizo

D.V.
-

Suárez-Quiñones visita el CRA de Valladolid donde se desarrolla una parte de este programa financiado con fondos Next Generation

La Junta localiza más de 400 nidos gracias al proyecto para la conservación del Aguilucho cenizo y otras aves esteparias. - Foto: JCyL / Ical

La primera campaña del proyecto financiado por los fondos europeos Next Generation UE 'Actuaciones de conservación del aguilucho cenizo y otras aves esteparias en Castilla y León. 2023-2025', que abarca principalmente Palencia, Valladolid y Zamora, ha localizado más de 400 nidos.

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, visitó hoy el CRAS de Valladolid, donde se desarrolla parte de este proyecto que se divide en tres campañas consecutivas para reducir la incidencia de la siega en verde y la cosecha temprana de cereal en la reproducción de los aguiluchos y otras especies ligadas a medios agrícolas un trabajo fundamental para establecer medidas de conservación y protección sobre los pollos de aguilucho.

Según informa la Junta, el objetivo es reducir la mortalidad directa de pollos de aguilucho asociada a las labores de siega y cosecha, trabajos agrícolas que se realizan en muchos casos antes que los pollos de estos rapaces se hayan desarrollado completamente y hayan abandonado el nido, especialmente en años secos y con temperaturas primaverales elevadas.

La Junta localiza más de 400 nidos gracias al proyecto para la conservación del Aguilucho cenizo y otras aves esteparias.La Junta localiza más de 400 nidos gracias al proyecto para la conservación del Aguilucho cenizo y otras aves esteparias. - Foto: JCyL / Ical

Para ello, recuerda que se elaboró un protocolo de trabajo destinado a establecer tanto la metodología de búsqueda y seguimiento de las parejas reproductoras, como las distintas opciones de conservación a desarrollar en función de las características individuales de cada uno de los nidos que así lo precisen.

En primer lugar, se requiere localizar los nidos de estas especies a lo largo de los meses de abril, mayo y junio, para, en caso necesario, desarrollar actuaciones de conservación de estos nidos. Estas medidas se fundamentan en el establecimiento de acuerdos voluntarios de custodia con los agricultores, orientados bien al retraso de la cosecha 7-15 días -en muchos casos en ese período los pollos completan su desarrollo y abandonan el nido antes de que se coseche el cereal-, bien al establecimiento de rodales sin segar en torno a los nidos o mediante cercones de protección de los nidos ante depredadores terrestres. 

En aquellos nidos que por extrema vulnerabilidad así lo precisen, los huevos o pollos serán trasladados a los Centros de Recuperación de Animales Silvestres de Castilla y León (Red de CRAS de la Junta de Castilla y León) hasta su completo desarrollo, momento en el cual serán liberados en la zona donde fueron retirados.

La Junta localiza más de 400 nidos gracias al proyecto para la conservación del Aguilucho cenizo y otras aves esteparias.La Junta localiza más de 400 nidos gracias al proyecto para la conservación del Aguilucho cenizo y otras aves esteparias. - Foto: JCyL / Ical

Además de localizar los nidos, los equipos de trabajo establecen también relaciones directas con los agricultores y conductores de cosechadoras, informándoles de la situación de la especie y cómo actuar en caso de detectar un nido durante sus trabajos habituales, con el fin de incrementar la supervivencia de los pollos.

Estas actuaciones, según la Junta, junto con el desarrollo de adecuadas medidas agroambientales, se presentan como fundamentales para poder conservar las poblaciones de esta especie, pudiendo beneficiar a todas las especies ligadas a los medios agrarios donde se desarrollan.

En este año se han establecido 52 acuerdos de custodia del territorio, un número similar al alcanzado en 2023, pero con un trabajo de campaña con un territorio más amplio.

El aguilucho cenizo es una rapaz migradora de mediano tamaño que pasa el invierno en los grandes pastizales y sabanas del África subsahariana y viaja a Europa para reproducirse durante la primavera y el verano. En Castilla y León está presente entre los meses de abril y septiembre en las grandes extensiones de cultivos herbáceos de secano de los páramos y campiñas de la Meseta.

Es una especie, al igual que gran parte de las ligadas a medios agroganaderos, que presenta en los últimos años un estado de conservación desfavorable, con importantes descensos poblacionales, cifrados en un 23-27 por ciento en el conjunto de España entre 2006 y 2017 o en un 57 por ciento para el conjunto de Castilla y León entre 2002 y 2021, motivo por lo que la situación de la especie está clasificada en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como 'vulnerable'.