Para Carlos Yllera, director general de Grupo Yllera, «la mayor capacidad de desarrollo de la empresa está en la exportación». Actualmente crecen en los mercados americanos de EEUU, Canadá o Puerto Rico, y en Europa despuntan por Holanda, Alemania, Dinamarca, Suiza o Reino Unido. «En Asia estábamos bien posicionados en China antes de la pandemia, pero aún no nos hemos recuperado ahí, y queremos crecer en Japón».
Antes del coronavirus exportaban un 10% de la producción del grupo y ahora el 14%, pero matiza que ya están en el 30% si en el recuento no se incluye el blanco Yllera Frizzante, que se consume casi por completo en el mercado nacional, «salvo alguna venta esporádica fuera». Justo al revés que los vinos de su bodega de Curiel, Vivaltus (Ribera del Duero), cuyas botellas no bajan de 50 y de 100 euros y se exportan en un 85%. Una muestra de su apuesta por crecer en el exterior con referencias de calidad que «dan menos volumen y más rentabilidad».