Alejandra de la Fuente fue jugadora profesional de baloncesto de 2004 a 2018 además de internacional en las categorías inferiores de la selección nacional. Yohanna Morton juega en el Ponce Valladolid y es la capitana de la selección de la República Dominica. Ambas conocen el basket femenino desde dentro y desde fuera. Y juntas han creado la asociación Atabey, que va más allá de un proyecto vinculado al deporte de la canasta en femenino.
«Queremos ser una comunidad», resume De la Fuente, recién aterrizada en Valladolid de la República Dominicana, donde, por segundo año consecutivo, Atabey ha organizado mini campamentos de un día para niñas de 12 a 18 años –«aunque si nos venía una chica universitaria, no le decíamos que no»–.
Todo comenzó hace algo más de un año por las numerosas peticiones que recibía Yohanna solicitándole material: «Un día hablamos y me comentó que en su país las niñas aprenden baloncesto porque juegan en la calle con niños. Hablamos de intentar hacer algo y nos fuimos para allí a hacer mini campamentos». Lo que el año pasado fue una aventura en 8 poblaciones, este 2024, ya como asociación, se ha aumentado a 12: «Llevamos balones, conos, escaleras y hacemos entrenamientos divertidos de una jornada en cada población».
Alejandra y Yohanna recibieron el apoyo del base Andrés Feliz, recién fichado por el Real Madrid. - Foto: CedidaAsí han dado los primeros pasos de lo que quieren hacer desde Atabey, nombre que significa mujer en indio taíno, la lengua que se hablaba en Centroamérica antes de la llegada de Colón y el resto de españoles.
Porque, como explica Alejandra, en la República Dominicana hay una tasa altísima de embarazos en niñas de 14 a 18 años; hay muchas familias desestructuradas y un bajo nivel educativo. Por eso ven en el deporte una vía casi de 'salvación'. Aunque ahora se centran en el país caribeño, recuerdan que en España hay un alto índice de abandono del deporte en chicas de 14 a los 18 años; hay problemas de salud mental y una exigencia que siempre pide más. «Queremos que se haga deporte, en este caso baloncesto, porque suma valores», repiten.
Y, por eso, sus objetivos van más allá de esos campamentos que empezaron a hacer el año pasado: «Tenemos muchos sueños, pero hace falta financiación. Queremos montar en Dominicana un centro de alto rendimiento, una liga escolar, campamentos de 3-4 días por zonas, formar a técnicos y árbitros y lograr becas para chicas de allí, como la que hemos conseguido este año en Cáceres».
«Queremos ser comunidad. Que no se acabe todo con el campamento, que sigamos en contacto, que nos cuenten sus problemas», añaden. Porque las historias se suceden en el país caribeño, como niñas que pierden becas deportivas por quedarse embarazadas o que dejan el deporte por un accidente o que tienen padres alcohólicos...
La propia Yohanna Morton tiene la suya, sufriendo bullying cuando estaba becada en Estados Unidos sin saber inglés; lesionándose en España sabiendo que si volvía se acababa el deporte... «Hay muchas Yohannas allí. Hay muchas niñas y mucho talento».
Ayuda para enviar material
Atabey tiene numerosas donaciones de material (de Ponce, de Baloncesto León, de tiendas de ropa...), pero cuenta con el problema de mandarlo a la República Dominicana. Ahora mismo no tienen más financiación que la de ellas y la ayuda de la Federación Dominicana en sus viajes. Pero necesitan dinero: «Nos pueden donar a través de las redes sociales. Cualquier ayuda es bienvenida».