'Cabezones', una historia entre la España interior y Cuba

D.V.
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Un cortometraje recoge la historia de Nicolás Cabezón, natural de Pobladura de Sotierra, fundador de la ferretería más famosa del centro de La Habana y protagonista de viajes de ida y vuelta entre España, la isla y Estados Unidos

El dramaturgo Luis Enrique Valdés y el actor Alberto Maceo. - Foto: EFE

El viaje de ida y vuelta que arranca en el pequeño municipio de Pobladura de Sotierra, en la comarca vallisoletana de Tierra de Campos, y que culmina con la revolución cubana que supone el regreso a España y un segundo exilio hacia Estado Unidos para Nicolás Cabezón, el fundador de la ferretería más famosa del centro de La Habana, se documenta en corto "Cabezones", que se estrena este sábado en Valladolid.

Esa es la historia que el escritor y dramaturgo Luis Enrique Valdés y el actor Alberto Maceo, exiliados cubanos afincados en España y Alemania, respectivamente, han recogido en su cortometraje documental, que se estrena este sábado en la sala experimental del Teatro Zorrilla de Valladolid y que les sirve para reflexionar sobre su condición de exiliados, según explican en una entrevista a EFE.

El corto, en blanco y negro y de menos de veinte minutos, cuenta con imágenes de archivo y testimonios de sus descendientes Constancio, Mercedes y Gloria, los tres Cabezón Carmona, y Mari Pinilla, que también ponen voz a la España interior de la posguerra y a la memoria de la emigración de los que cruzaron el Atlántico para "hacer las Américas", informa la agencia EFE.

"La inmigración siempre es dura y siempre tiene un montón de matices, pero creo que siempre es forzada y tiene un matiz político grande y si vienes de Cuba, económico también", plantea Luis Enrique Valdés, que ve paralelismo entre su propio exilio y el de Nicolás Cabezón, que falleció hace décadas aunque sus descendientes no sepan cuándo.

"Hay muchos de contacto entre la historia de Nicolás y la nuestra: el irse forzosamente de tu país, dejar a tu familia y a tus vecinos para levantarte en otro lugar del mundo" reflexiona.

En esa línea, el actor Alberto Maceo señala el paralelismo de la situación que encontró Cabezón "cuando volvió a casa y encontró las cosas mal" con la suya propia, que cuando ha vuelto a Cuba ha encontrado "las cosas peor", lo que le ha obligado a volver a salir.

De botones a conducir un 'haiga'

La historia de Nicolás Cabezón comienza en la posguerra española, cuando, según recuerda su sobrino Constancio, marchó de Pobladura de Sotiedra para hacer las Américas en un barco y empezó a trabajar "como botones" hasta crecer económica y socialmente hasta el punto de abrir la ferretería más conocida de La Habana, hoy llamada 'La cubana' pero que la mayoría de los habaneros aún llaman 'Cabezón y Feito', en la esquina de las calles Reina y Lealtad .

"Cuando vivíamos en La Habana íbamos mucho a una ferretería que había sido la más importante de la ciudad y siempre nos habíamos preguntado por qué ese nombre, porque los negocios de la época prerrevolucionaria solían llevar el nombre de las calles el nombre de sus esquinas y vino la suposición de que el ferretero podía tener esas características físicas y no le importaba", bromea Valdés.

"La ferretería además era un símbolo de la prosperidad de la sociedad cubana y hasta día de hoy se la conoce con ese nombre", apostilla Maceo, encargado de grabar las imágenes a ambos lados del Atlántico .

La respuesta llegó muchos años después cuando Valdés, ya afincado en el municipio vallisoletano de Urueña, descubrió que el dueño – Nicolás Cabezón – había salido del pueblo de al lado", de Pobladura de Sotiedra", una pedanía de Tiedra cercano a Toro (Zamora) y que entre 1996 y 2023 ha perdido casi la mitad de su población (de 429 habitantes a los 283, según cifras del INE).

Es allí donde los sobrinos de Cabezón en verano de 2021 recordaron ante la cámara de Alberto Maceo los baúles llenos de regalos, las bolsas de café, guayaba o los 'haiga', que la RAE define como "automóvil muy grande y ostentoso, normalmente de origen norteamericano".

Entre dictaduras

Sin embargo, si Nicolás Cabezón abandonó la España de la primeros años de la dictadura del general Franco -llegó a la isla caribeña en los año 40 y con unos 16 años, se instaló en la Cuba de Fulgencia Batista, que tras un período de presidencia constitucional, dio su segundo golpe de estado para erigirse dictador hasta la revolución de 1959.

La posterior dictadura de Fidel Castro, que ejerció el poder desde 1959 hasta 2008, supuso el fin de la experiencia de Cabezón en Cuba y su familia: le expropiaron todos sus bienes y sus descendientes, que varios de ellos han acudido este sábado al estreno en Valladolid, reconocen que no quieren volver hasta que haya un cambio de régimen, hoy liderado por Miguel Díaz Canel.

"La enseñanza mayor es que contra el esfuerzo nada puede y él se dio 40 veces contra un muro y tiene el mejor apellido puesto y consiguió levantarse, porque allí donde llegaba sólo encontraba dificultades", defiende Valdés, que recuerda que Cabezón volvió a abrir una ferretería, esta vez en Miami.