Iveco y Renault afrontan la próxima semana dos jornadas muy relevantes, con la celebración de elecciones sindicales el martes, día 21, y el jueves, día 23, respectivamente. En el primer caso, están en juego 23 delegados en Valladolid, frente a los 21 actuales, ya que en 2019 Iveco estaba por debajo de los mil trabajadores y ahora tiene unos 1.100. Hay cuatro formaciones sindicales que optan a ellos: CCOO, que actualmente tiene ocho; UGT, que cuenta con cinco; CGT, que tiene otros cinco y el Sindicato de Empleados y Técnicos de Iveco (SETI), que tiene tres. En el caso de Renault, el descenso de empleados hace que los delegados en Valladolid caigan de los 35 actuales a 33. Ahora CCOO y UGT tienen diez; CGT, siete; SCP, cinco; y Trabajadores Unidos, dos. En toda España se elegirán 84 delegados: los 33 de Valladolid, 25 en Palencia, 21 en Sevilla y cinco en Madrid.
Renault
Los próximos años serán muy importantes para la plantilla de Renault. Uno de los retos más importantes que tendrán que supervisar los nuevos representantes de los trabajadores es la transición de la plantilla de Motores, la de Sevilla y parte de la del centro de I+D+i de Renault a la nueva compañía Horse, que estará participada en un 50% por la compañía del rombo y otro 50% por la china Geely. Un importante cambio que, en principio, no debería tener influencia en la aplicación del plan industrial.
Los actuales representantes sindicales han trabajado en los últimos meses para conseguir que el centro de decisiones de esta nueva empresa se sitúe en España, aunque todavía no hay una decisión oficial que la empresa haya hecho pública.
Además, Renault tiene por delante el reto de completar la transición hacia los nuevos vehículos 'limpios' en la que están inmersas todas las marcas. Esta misma semana la Unión Europea ha aprobado la prohibición de vender coches propulsados por gasolina o diésel a partir de 2035.
Eso, a medio o largo plazo, porque ahora una de las grandes preocupaciones de Renault y, por extensión, de sus trabajadores, es lidiar con la crisis de los semiconductores, que no termina de desaparecer y sigue parando las líneas de producción. Sin ir más lejos, este viernes lo ha hecho en Carrocería y Montaje y el lunes lo hará otra vez.
Rubén González, delegado de CCOO en Renault, cree que su sindicato es el que más garantías de futuro ofrece por haber «liderado las negociaciones del último plan industrial». Además, recuerda que CCOO es «la primera fuerza sindical del país» y dice que «tantos trabajadores no pueden estar equivocados». Otro de los «logros» que enumera es el complemento del ERTE durante la pandemia, hasta el 85% del sueldo y la conversión de 5.100 contratos en indefinidos en los últimos años. «Vamos a ser muy vigilantes con la transición a Horse para que se garanticen los centros de trabajo, para que se cumpla el plan industrial, para que el centro de decisiones esté en España y para que no se pierdan derechos». CCOO también promete luchar por garantizar la cláusula de revisión salarial y la formación de los trabajadores de cara a las nuevas competencias que tendrán que adquirir a corto plazo.
Adolfo Arnáez, de UGT, pide el voto para este sindicato porque «allí donde gana, dentro del sector de la automoción, está garantizado el empleo y hay estabilidad». En este sentido, recuerda el plan industrial firmado, que traerá a Valladolid en Mitsubishi ASX y la nueva generación del Captur, además de tener pactadas para el año que viene subidas salariales por encima del IPC. «Somos un sindicato que no deja de lado a nadie», añade.
Unai Hernández, de CGT, pide el voto para este sindicato porque «siempre da la cara» y «nunca vende a los trabajadores». «Nosotros no vamos a los despachos a firmar una pérdida de poder adquisitivo del 13%, como hemos sufrido, ni medidas de flexibilidad que no sirven para evitar los ERTE», señala. Según él, CGT tampoco es el sindicato instalado en el 'no' perpetuo que «muchos creen». «Hemos suscrito acuerdos, como el convenio de 1997, el Plan de Igualdad y la implantación del teletrabajo», finaliza.
Por su parte, el Sindicato de Cuadros Profesionales (SCP), que ahora cuenta con seis delegados, se ofrece como una alternativa «independiente» y libre de «ataduras políticas», como dice su delegado, Javier Martín. «No tenemos ninguna base en las ciudades que nos marque las directrices, como les sucede a otros», añade.
Una de las novedades de estos comicios es la presencia por primera vez de CSIF, con una lista liderada por Francisco Manuel Sánchez, antiguo miembro del comité de empresa por UGT. El sindicato ofrece una «alternativa independiente, transparente, participativa y comprometida». Sánchez recuerda que «hace 20 años que no entra una nueva formación sindical en Renault» y defiende este «nuevo proyecto», bajo las siglas de CSIF, «tercera fuerza sindical de España».
Hay otros sindicatos que han intentado formar candidatura, pero no lo han conseguido. Es el caso de Trabajadores Unidos, que ahora tiene dos delegados, y Solidaridad. Ambas formaciones han denunciado «presiones» a las personas que se querían presentar bajo estas siglas.
Iveco
La multinacional italiana también se enfrenta a un futuro incierto, el del sector, aunque ha mostrado cierta fortaleza durante la pandemia. Con todo, CCOO cree que el reto de los próximos años es «recuperar el terreno perdido», especialmente en el ámbito salarial, por la subida del IPC. «También hay que garantizar el nivel de empleo». El delegado Juan Carlos Calvo cree que CCOO es la mejor opción para ello por ser la «más equilibrada». «No somos los que nos ponemos rápido en la posición de la empresa ni nos instalamos en el 'no' a todo» dice.
El delegado de UGT Félix Rubio dice que este sindicato presenta «la candidatura más fuerte» y que ahora la situación es más estable que en 2019. Además, valora que en este periodo se hayan convertido cien contratos en indefinidos. De cara al futuro, «queda pendiente conseguir un incremento salarial acorde a la subida de la inflación de los últimos 18 meses».
Félix Recio, delegado de CGT, considera que es necesario un cambio en el comité de empresa porque «está muy viciado». «Nosotros lucharemos por que haya más transparencia porque ahora hay mucho secretismo en las negociaciones, y también lo haremos por recuperar la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años», señala. Otro asunto que preocupa a CGT en la «flexibilidad al alza» que prevé en los próximos años para recuperar el terreno perdido por la crisis de los semiconductores. «Nosotros queremos eliminar esa flexibilidad y, de existir, que se compense más a los trabajadores por ella».
La otra opción es SETI, un sindicato que defiende los derechos de los técnicos. «Hay un 30% de la problemática que los afecta y no coincide con la del resto de trabajadores, y no queremos que sus derechos sean moneda de cambio para el resto de sindicatos generalistas», dice el delegado Víctor Pérez.