El Ministerio del Interior cumplirá este año su compromiso adquirido hace cuatro de construir una sede a la Unidad Especializada de Guías Caninos (UEGC) de la Jefatura Superior de Policía de Castilla y León, después de casi dos décadas en unas instalaciones prestadas en la base aérea de Villanubla. Así, los perros policía, al fin tendrán su base de operaciones en la capital, en una zona bien comunciada tanto para sus día a día en la ciudad como para atender con celeridad las peticiones de apoyo que se van cursando por las demás comisarías provinciales de la Comunidad.
Las obras empezarán durante los «próximos meses», según las fuentes consultadas por El Día de Valladolid, si bien los papeles de la adjudicación de los trabajos hablan incluso del 1 de marzo como fecha de inicio de los trabajos, con la idea de que puedan estar concluidos en el último trimestre de 2023, ya que el plazo de ejecución pactado es de ocho meses, con un presupuesto de casi 1,2 millones de euros.
La base de la UEGC estará en una parcela municipal –cedida por un periodo de 20 años– de 4.000 metros cuadrados que se ubica en la calle Padre Bernardo Hoyos, en la zona sur de la ciudad, entre la Ronda Exterior (VA-30) y el Camino Viejo de Simancas, junto al actual Centro Canino Municipal.
Un agente de la Unidad de Guías Caninos, durante una operación. - Foto: J. TajesAunque actualmente solo tiene 20 perros, el proyecto ya prevé una hipotética ampliación de la dotación para la unidad y se construirán 30 caniles, así como una zona para el baño y secado de los animales, y otra experior para las tareas de adiestramiento. También habrá vestuarios, oficinas y las lógicas áreas de descanso de la decena de agentes que integra la UEGC.
El plan de la Jefatura Superior de Policía de Castilla y León era que el traslado se hubiera acometido ya en 2020, pero hubo que esperar, primero, a que el Ayuntamiento cediera la parcela y, luego, a que el Ministerio reservara la dotación económica necesaria. A principios de 2022 se iba a licitar ya, pero el concurso quedó desierto y no ha sido hasta las últimas semanas del pasado año cuando ha llegado la ansiada adjudicación con la que se entra en cuenta atrás para poner punto y final a estas dos décadas con la base a 17 kilómetros de la ciudad.
La UEGC de Valladolid se creó en 2006. Se encarga de intervenir en todos los servicios que exijan las comisarías provinciales y en tareas de prevención de atentados. Tiene una plantilla de diez efectivos (una subinspectora, dos oficiales y siete agentes) y 20 perros, diez que están especializados en la detección de drogas y otros diez, en artefactos explosivos. Aunque las requisas suelen estar vinculadas con las operaciones de narcotráfico, el grueso del trabajo se centra en el campo de los explosivos, si bien el resultado de la mayoría es negativo.