El Fundación Aliados ha caído por 78-65 ante el Bidaideak Bilbao en un partido que, si bien es cierto que controló el cuadro vasco desde el inicio, no tuvo tanta desigualdad en cuanto al juego, ya que los vallisoletanos plantaron cara al potente conjunto vasco hasta el final, pero los errores propios, a los que se sumaron factores externos, impidieron poder dar la sorpresa en una cancha tremendamente complicada.

El primer cuarto se caracterizó por las imprecisiones en los pases, precipitaciones y fallos del conjunto morado, lo que aprovecharon los vascos, más centrados y confiados, para controlar el juego en los minutos iniciales, con un Asier García incombustible, respaldado por un equipo organizado y efectivo, que supo desplegar una buena defensa. Así, el cuadro bilbaíno obtuvo una renta de 22-14.

Los vallisoletanos trataron de aprovechar el poderío en el juego interior para buscar la remontada y, de hecho, dominaron el segundo cuarto, pero los errores en los lanzamientos pasaron factura e impidieron recortar más diferencias, por lo que se llegó al descanso con un 36-29.

El Fundación Aliados quería seguir peleando, pero se vio afectado por las técnicas recibidas, lo que les descentró en momentos decisivos y les hizo cometer más fallos, que el Bidaideak supo aprovechar para aumentar la distancia en el marcador, gracias a la experiencia de Asier García, Avendaño y Mouriz, a lo que se añadió el acierto de Papi.

Y a pesar de ir quince puntos por debajo (58-43), los vallisoletanos tiraron de coraje para buscar la épica, a través de un juego coral, basado en el juego interior, pero se repitieron los errores, debido a la presión a la que sometió la defensa local al Fundación Aliados, a lo que se añadieron varias situaciones de juego que les afectaron, de manera negativa, lo que aprovechó el Bidaideak para amarrar la victoria.