La Fiscalía de Valladolid ha mantenido este jueves su petición de cuatro años de cárcel para la pareja de origen rumano Dimitru U. y Carmen T. por explotar a empleados de nacionalidad marroquí, en situación irregular, con maratonianas jornadas y exiguos salarios que, además, se veían mermados ante la obligación de pagar a sus empleadores por el alquiler del material que usaban en labores agrícolas en Medina del Campo.
El juicio ha quedado visto para sentencia en la Audiencia de Valladolid tras la celebración de la segunda jornada a cuyo término el fiscal del caso ha elevado a definitiva su solicitud de condena para Dimitru y Carmen por delito contra los derechos de los trabajadores, mientras que la acusación particular, en representación de dos de las supuestas víctimas, los marroquíes Farik M. y Magmud M, ha elevado su petición de condena de seis a nueve años de prisión -incluye el delito de grupo criminal- que también pide para Costel T, hermano de la mujer acusada.
La vista ha contado con la declaración de Magmud M, quien, a través de videoconferencia desde Valencia, ha confirmado lo que ya denunció en la primera jornada el también marroquí Farik M, en el sentido de que Dimitru, más conocido por Martín, y Carmen fueron quienes les contrataron y Costel era el que les llevaba a los tajos y realizaba labores de encargado.
Magmud, al igual de lo que ya declaró Farik el primer día, ha ratificado las duras condiciones a las que fue sometido entre 2020 y 2021 cuando realizó tareas agrícolas para los acusados, con jornadas de hasta 12 horas diarias de lunes a sábado y un sueldo que no superaba los 300 euros por semana, a razón de entre 5 ó 5,5 euros la hora, aunque ha lamentado que el dinero que finalmente llegaba a su bolsillo era mínimo.
Y es que, según sostienen los dos trabajadores marroquíes personados como acusación particular, al dinero pactado había que descontar después lo que los acusados les detraían en concepto de transporte diario a los tajos, a razón de entre 3 y 4 euros al día, pero también los 50 euros que debían pagar tanto por el alquiler de guantes como por el uso de tijeras para el trabajo en los viñedos y la recogida de patatas.
Magmud, en consonancia con lo ya dicho por Farik, ha reconocido que por aquellas fechas carecía de permiso de trabajo y residencia y, por ello, los acusados les facilitaron 'papeles' en regla de trabajadores rumanos para que los presentaran en caso de que llegara la policía o la Inspección de Trabajo.
Fue precisamente en una visita de la Inspección de Trabajo a una finca rústica de Medina, en febrero de 2021, donde Magmud y Farik y otros trabajadores se encontraban faenando, cuando una subinspectora de dicho departamento que participaba en una campaña rutinaria de control de labores agrícolas descubrió que ambos operarios no se encontraban dados de alta en la Seguridad Social.
La visita concluyó con la imposición de las sanciones correspondientes a la mercantil y con la citación de su titular, Dimitru U, y de los dos trabajadores irregulares a una comparecencia en dependencias de la Inspección de Trabajo en Valladolid.
Coacciones grabadas con el móvil
El día de la visita a la Inspección, en el trayecto en coche a Valladolid en compañía de Dumitru y la otra acusada, tanto Magmud como Farik, según han ratificado, sufrieron coacciones y recibieron distintas consignas para que dijeran que solo habían trabajado dos días.
La conversación fue grabada por ambos con su móvil y ha sido aportada a la causa como prueba y es la misma que las presuntas víctimas facilitaron a la Policía Nacional tras personarse el día 23 de febrero de 2021 en la Comisaría de Medina del Campo para denunciar dicha circunstancia y su supuesta explotación laboral.
Los últimos en declarar este jueves han sido precisamente los tres encausados, quienes han declarado únicamente a preguntas de sus defensas -solicitan un fallo absolutorio- para declararse inocentes de los hechos que se les imputan.
"Sólo trabajaron dos días"
Tanto Carmen como Dimitru han negado una relación de pareja, han apuntado que solo son amigos y él ha explicado que tuvo una empresa de trabajos agrícolas entre 2020 y 2021 que contrató a medio centenar de trabajadores a los que dio de alta en la Seguridad Social, a excepción de Farik y Magmud, de los que ha asegurado que tan solo trabajaron dos días para su mercantil.
"Les dije que sin papeles no podían trabajar y ellos prometieron que me los iban a presentar", ha indicado Dimitru, quien ha alegado que ello no fue finalmente posible a raíz de la visita de la Inspección de Trabajo en febrero de 2021 cuando una subinspectora descubrió que ambos estaban irregulares. "Me multaron por ello y tuve que cerrar la empresa", ha concluido el acusado.