El primero fue Antoñito, un defensa de Bilbao, que jugó en el Valladolid de 1942 a 1944 enSegunda y unos años más tarde, en 1952, fichó por el Burgos, también en la categoría de plata. Y el último, al menos hasta este mercado de invierno, es Caro, el portero onubense que llegó a Zorrilla en 2018, debutó con la elástica de los blanquivioleta en Primera en 2020; y desde 2021 defiende los intereses del Burgos, primero como cedido y ahora en propiedad.
Ellos son solo dos ejemplos de los casi 40 futbolistas que han recorrido los 130 kilómetros que separan el actual José Zorrilla de El Plantío, ya sea en viaje de ida o de vuelta; jugando en los principales clubes de ambos estadios y ciudades a lo largo de su carrera.
Los hay vallisoletanos, como Quetu en los años 40; el defensa tordesillano Nozal, que salió del Europa Delicias, en los 70; el delantero Alberto López Moreno, que ayudó a salvarse a los burgaleses en los 80; el extremo Onésimo, que intentó que los vecinos ascendiesen a Segunda en los 90; o el medio Iván Zarandona, ya en este siglo.
Onésimo, con las camisetas del Pucela y del Burgos. - Foto: Efe DBLos hay burgaleses, como el portero Manzanedo, internacional absoluto pero que no pudo quitarle la titularidad a Fenoy en la campaña 85/86, con Cantatore en el banquillo; el defensa Medina, que alternó el Burgos y el Real Valladolid en los años 80; el medio Miguel Ángel Portugal, que jugó en el Burgos del 75 al 79 y en el Real Burgos del 84 al 85; para militar en el Real Valladolid la 87-88 (jugó solo tres partidos en Primera); o el también medio Álvaro Antón, que llegó en 2002 como juvenil a Valladolid procedente del Atlético Burgalés; aquí estuvo hasta 2011, con cesiones al Racing de Ferrol, Numancia y Recreativo; para jugar en el Burgos la 2016/17.
E, incluso, hay algún extranjero, como el paraguayo Jacquet, que primero jugó en El Plantío en 1971, en el debut de los burgaleses en Primera; y en 1977 llegó a Zorrilla, donde estuvo hasta 1981; o el serbio Isailovic, que fichó en 1998 por el Pucela, permaneció aquí hasta 2001, acabando ese año en el Burgos.
El camino ha sido bidireccional. En los años 40 y 50, salvo el caso del delantero Hériz, lo normal es que tras militar en el Valladolid se fuesen al Burgos. En los 60 cambiaron las tornas. Y luego se ha ido alternando, aunque con más futbolistas con pasado primero blanquivioleta y luego blanquinegro o rojipardillo, ya que en el caso de la ciudad que baña el Arlanzón ha habido dos clubes, el Burgos y el Real Burgos.
Álvaro Antón, con las camisetas del Pucela y del Burgos. - Foto: El Día DBEn la lista hay internacionales, como Manzanedo, Elduayen, Aduriz o García Navajas; cedidos y traspasados; incluso los hay que acabaron su carrera deportiva en algunos de esos clubes.
Y fuera de ese listado se han quedado vallisoletanos que solo jugaron en el Burgos, como Samuel (1964 a 1967), Catón (1996 a 1998), Santi Sedano, De la Cal, Alberto Domínguez...; y burgaleses que solo jugaron en el Pucela, como Chus Pereda, Martínez, Salvi o Pesca (aunque este solo fue convocado con Djukic, sin llegar a debutar).