Intrum y Nanta rompen la tendencia de descenso de los ERE

David Aso
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Más de 150 personas perderán su empleo entre estas dos empresas, después de que 2023 marcara un nuevo mínimo histórico de 162 afectados por despidos colectivos

Centro de trabajo de Intrum en Valladolid, ubicado en el edificio del antiguo museo Cristóbal Gabarrón. - Foto: Jonathan Tajes

Los expedientes de regulación de empleo registrados recientemente por Intrum y Nanta, con negociaciones ya cerradas desde el viernes 21 y el lunes 24 de junio, han reventado la buena tendencia que llevaba Valladolid en casi todo lo relativo a la evolución del mercado laboral, después de que 2023 marcara incluso un nuevo mínimo histórico de afectados por ERE con sólo 162. El grupo sueco de gestión de crédito y activos inmobiliarios, con sede en el edificio de la calle Rastrojo que antes acogió el antiguo Museo Cristóbal Gabarrón, prevé despedir a 134 trabajadores en la ciudad (sobre una plantilla de 515), además de 447 repartidos por otros centros de España; y la empresa de piensos del Grupo Nutreco cuenta con cerrar el 12 de julio la fábrica implantada desde 1968 en Tudela de Duero, con 28 puestos que se pierden y 16 que se mantendrán, pero por comerciales de Valladolid que trabajarán para otras plantas del grupo. Fundamentalmente para las de Pobladura del Valle (Zamora) y Tabanera la Lengua (Segovia), que son las que se repartirán la producción deslocalizada. Dos palos inesperados hace apenas un mes.

No en vano, la provincia marcaba nuevos mínimos de paro y máximos de empleo el pasado 3 de junio con la publicación de los datos de mayo: 22.410 parados registrados en las oficinas del SEPE, 130 por debajo del mínimo histórico de julio de 2006; y 230.196 trabajadores afiliados a la Seguridad Social, 2.220 por encima del récord del mes anterior. Además, el Ministerio de Trabajo todavía publicaba esta semana la actualización hasta abril de la estadística de procedimientos de regulación de empleo, y en lo que a afectados por despidos masivos se refiere (expedientes de regulación de empleo, ERE), refleja que Valladolid contabilizó 86 en el primer cuatrimestre, cuando sólo las dos empresas citadas apuntan a superar los 150.

Coincide también que 79 de los citados 86 trabajadores afectados en los cuatro primeros meses del año se concentraron en enero (55) y febrero (24), mientras que los siete restantes que dejaron marzo (0) y abril (siete) han marcado un nuevo mínimo histórico desde que se recogen estos datos de manera oficial. De hecho, de vez en cuando hay meses con pocos despedidos por ERE, o incluso algún mes con ninguno, tal y como sucedió en marzo; es algo que pasa poco, pero pasa (de media, una vez cada dos años). No obstante, encadenar dos meses con tan poca conflictividad en ese aspecto, hasta el punto de dejar un balance de sólo siete afectados… La estadística detallada a ese nivel se remonta a 1984, y en los parciales de esos dos meses registrados hasta la fecha no se había dado nunca una cifra tan baja. El máximo histórico del intervalo marzo-abril se remonta a 1993 con 311 afectados y en los últimos 20 años no se han rebasado los 211 de 2013, mientras que el mínimo estaba en 13 desde 1999. 

Un camión entra, el pasado miércoles, en la fábrica de piensos de Nanta en Tudela de Duero.Un camión entra, el pasado miércoles, en la fábrica de piensos de Nanta en Tudela de Duero.

Los más de 150 trabajadores de Intrum y Nanta que perderán sus puestos por ERE, en cambio, no sólo son casi el doble de los que hubo en el primer cuatrimestre, sino que casi igualarán los de todo el año pasado. La estadística de 2023 refleja un total de 1.951 trabajadores afectados por  procedimientos de regulación de empleo, pero 1.661 lo fueron 'sólo' de manera temporal (suspensiones de contrato por ERTE), aparte de 128 reducciones de jornada, mientras los casos de despido colectivo se limitaron a 162. Esta última, una cifra que no sólo afianzaba la tendencia descendente de los últimos años (de 293 en 2019 y 311 en 2021 a 294 en 2022 y los citados 162 de 2023, omitiendo datos de 2020 por no haberse publicado aún), sino que se ha situado como el mejor dato anual desde el inicio de esta serie estadística en 1982, con el máximo registrado en 1992 (1.853) y el mínimo en los 215 de 2006 hasta que le ha desbancado el dato de 162 en el último año. 

Como paliativo, toca valorar que la negociación de indemnizaciones a los trabajadores de Intrum y Nanta haya alcanzado los 30 días por año trabajado como mínimo con un tope de al menos 22 mensualidades, cuando de inicio partieron de 20 y 12; y aún hoy puede contemplarse la posibilidad de que la ruptura de la buena tendencia laboral sea puntual, aunque no ayuda a relativizar que aquel mínimo de 215 despidos por ERE en 2006 diera paso a 722 en 2007, el año en que empezó a manifestarse la crisis económica del estallido de la burbuja inmobiliaria.