La campaña de inmunización en Europa sigue su avance, lento pero imparable -casi un cuarto de la población adulta ha recibido una de las dosis de la vacuna contra el coronavirus-, y, por ello, los países empiezan a atisbar una pequeña luz de esperanza en esta cuarta ola de la pandemia. El panorama es distinto en cada nación, pero tanto los gobiernos como la población dan muestras de mayor confianza, y algunos países ya comienzan a notar con claridad una prudente relajación de las medidas restrictivas.
Es el caso de Italia, que inicia hoy el camino de una reapertura gradual, lo que supone que se suavizarán las medidas impuestas por la COVID a muchas actividades, como restaurantes, bares, cines o teatros, y se aumentará la educación presencial en la mayoría de las regiones, que pasarán a ser consideradas de bajo riesgo.
Casi 50 millones de italianos podrán volver a sentarse en un restaurante al aire libre en las 14 regiones catalogadas como «zonas amarillas», mientras que de las restantes, cinco pasan a ser de riesgo medio y solo Cerdeña sigue en «rojo» o con las máximas limitaciones, según la última ordenanza del ministro de Salud, Roberto Speranza.
No obstante, pese a este pequeño respiro de las restricciones, el país transalpino continúa alerta ante cualquier nuevo contratiempo y ayer decidió prohibir la entrada en el territorio de las personas que hayan estado en los últimos 14 días en la India, donde la pandemia se encuentra fuera de control.
También Francia, uno de los países más afectados por la enfermedad con 100.000 muertos y 5,4 millones de infectados, inicia hoy un desconfinamiento gradual con el regreso presencial de 6,6 millones de alumnos de preescolar y primaria, ausentes de las aulas durante las últimas tres semanas.
El Gobierno galo cumplirá así la primera etapa de su calendario de apertura «prudente y progresiva», como la definió el primer ministro, Jean Castex, quien no quiere que la nación repita el mismo error de mediados de 2020, cuando dejó el primer confinamiento prácticamente de golpe.
Para el resto de áreas, como la de los comercios no esenciales y las culturales, el Ejecutivo pretende iniciar su apertura a mediados del próximo mes, aunque aguardará la evolución de la pandemia para confirmar el calendario.
Esta misma semana, Países Bajos también vivirá una desescalada, con el fin del toque de queda vigente desde finales de enero y la reapertura de las terrazas, mientras que Bélgica espera al 8 de mayo para reabrir sus restaurantes al aire libre tras medio año de clausura.
Mientras, Alemania ha logrado estabilizar la curva epidemiológica después de varias semanas de ascenso, y las autoridades germanas estarían estudiando la posibilidad de eliminar algunas restricciones para quienes hayan superado la enfermedad o ya cuenten con todas las dosis de la vacuna.