Cuando la Federación de Voleibol de Castilla y León confirmó hace apenas un mes que Valladolid volvería ser sede de la Copa de España juvenil y júnior estas próximas navidades (del 27 al 30 de diciembre), muchos hoteles respiraron aliviados. Y es que sobre el papel no será un evento tan vistoso como la Semana Santa o la Seminci, pero atrae a más de 15.000 personas con una demanda de alojamiento en esas fechas que supera la del puente de la Constitución y tiene impacto hasta en Palencia. 

«El campeonato de voleibol supone un oxígeno fundamental para nosotros», destaca RamónMontaña, director de operaciones del Hotel Valladolid Recoletos y el ACPalacio Santa Ana, que así cuando menos ya valora que cubren los costes del mes. «Estamos llenos del 26 al 29 de diciembre, el vóley nos levanta esos días», añade la jefa de reservas de los hoteles Atrio yCatedral, Sandra Barrio. «Nos arregla las navidades», coincide la directora del Olid, Irene González, quien estima que, sin este campeonato, la ocupación de los últimos días del año se quedaría en apenas un 30% y ahora ya la tienen al 90%, con 120 de sus 210 habitaciones reservadas gracias al torneo.

No en vano, todos describen diciembre como un mes «flojo» en cuanto a demanda de habitaciones, por más que los días 6 y 7, además de los del vóley, ya tengan llenos asegurados u ocupaciones por encima del 90%. De hecho, en 2023 también hubo campeonato y aun así diciembre sólo superó las cifras de viajeros de enero o febrero, si bien por pernoctaciones también mejoró a noviembre y marzo (Semana Santa fue en abril). 

Desde la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería confirman que la última semana del año está «prácticamente completa», pero el resto del mes, con la excepción del puente, las reservas ya registradas apenas dan para cubrir un 40% de la oferta de habitaciones, aunque todavía se aspire a rondar el 60 o 70% si el tiempo acompaña; e igual también los astros.

«Por eso es tan importante tener eventos como el del vóley en fechas de baja ocupación», incide el director de operaciones del Recoletos y el Palacio Santa Ana, que también valora que «la mejoría de la iluminación navideña también parece estar ayudando en los últimos años, además de la oferta gastronómica», aunque las cifras de diciembre sigan siendo discretas. Igual que enero es «terrorífico», recuerdan desde el Olid, y lo salva algo que Pingüinos (del 9 al 12) permita que casi todos los hoteles ya estén completos para esas fechas desde hace meses.