Desde julio de 2023 lleva sin cerrar el alquiler de una sola vivienda una inmobiliaria consolidada, de referencia y además asentada en un barrio popular, como es la de Tecnocasa en La Rondilla (Cardenal Cisneros, 13). Solía resolver en torno a una treintena al año, pero ninguno desde hace más de seis meses:«No es normal». También trabaja la zona de Santa Clara y el Clínico, pero «la poca oferta que ha llegado ha sido con precios entre 100 y 150 euros (al mes) superiores a los de hace un año», advierte su director, Alberto Rodríguez, quien por supuesto aclara que sigue totalmente predispuesto a atender a cualquier propietario que desee alquilar su inmueble.

Una oficina más céntrica como la de Don Sancho (calle Huelgas) sólo contaba el martes con un piso disponible a la espera de arrendatario, según la responsable de tal sección en esa oficina, Sara Molinero: «Seguimos haciendo alquileres, pero normalmente de propietarios que ya han trabajado con nosotros y vuelven. Hay poca oferta y los precios se han disparado», resume. Una opinión similar a la del director de la oficina de Tecnocasa del paseo de San Vicente (Delicias), Jesús González, que habla además de «contratos más estrictos» para los arrendatarios. Y prácticamente todo el sector coincide en apuntar como causa la Ley de Vivienda, vigente desde mayo de 2023, ante el temor que ha sembrado entre los arrendadores. Entre otros motivos, por dar más protección al arrendatario frente a los desahucios, aparte de cargarles los honorarios del intermediario. 

El mayor portal inmobiliario del país, Idealista, retrata en un informe publicado en enero una caída interanual del 33% en la oferta de viviendas disponibles para alquiler en Valladolid capital, al tiempo que los precios vienen marcando máximos históricos. El problema se centra en la oferta para alquileres ordinarios, de larga estancia o permanentes, que según sus datos han descendido un 15% de media en España. Destaca Córdoba con un desplome del 60%, así como Oviedo (-40%), Palencia (-40%), Bilbao (-38%), Las Palmas de Gran Canaria (-35%) o Ávila (-34%); y a continuación Valladolid como la séptima capital más afectada en este aspecto, por delante de otras como Zaragoza (-28%), Madrid (-25%) o Barcelona (-24%).

Cae un 33% la oferta de pisos disponibles para alquiler

Para obtener tales datos, Idealista se basa en el análisis de la oferta registrada en su web, que concentra a su vez la mayor parte del mercado inmobiliario. Contabiliza las viviendas que se han anunciado a lo largo del último trimestre y en el caso de Valladolid fueron 1.162, 563 menos que en ese mismo periodo del año anterior, cuando hubo hasta 1.725, según datos no publicados en el estudio pero facilitados a El Día por el propio portal. Evidentemente, tales cifras no implican que todas esas viviendas se anunciaran a la vez en la web, sino a lo largo de los tres meses de recuento, con una rotación relativamente continua.

«Los datos de cierre de año ponen de manifiesto cómo legislar de espaldas a los propietarios puede acabar destruyendo el mercado», sostiene Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, quien añade en ese sentido que parte de la oferta del alquiler permanente se ha trasladado al de temporada en casi toda España, ya que éste no se ve afectado por la nueva ley. En Valladolid se ha anotado un incremento interanual del 83%, si bien no puede obviarse que dicho porcentaje viene condicionado porque, en esta ciudad, esa modalidad de arrendamiento se mueve en cifras pequeñas que se exponen por ello a grandes variaciones porcentuales, ya que sólo representan un 3% del mercado inmobiliario de Valladolid que registra Idealista, apenas una treintena de viviendas. Claro que también se ven porcentajes muy abultados en el aumento de los alquileres de temporada de ciudades donde esta opción tiene más peso, como en Málaga (123%), Alicante (85%),Sevilla (83%), Palma (70%), Bilbao (62%), Madrid (58%), Barcelona (53%) o San Sebastián (47%).

Precios

Los alquileres, mientras, se han encarecido un 5,7% en un año en el conjunto de la provincia y un 6,4% en la capital, de nuevo según Idealista. Son porcentajes muy inferiores a la subida media registrada a nivel nacional (10,80%), pero ya partían de niveles altos, hasta el punto de que todas las zonas analizadas han acabado marcando máximos históricos entre octubre de 2023 y el pasado mes de enero.

El precio del metro cuadrado en la provincia ha marcado nuevo récord en enero con 7,5 €/m2, y la capital en diciembre con 7,9, si bien bajaba a 7,8 el mes pasado.

Idealista detalla siete zonas de la ciudad (las que han registrado suficiente movimiento como para dar muestras representativas) y el centro sigue acogiendo los arrendamientos más altos (8,8 €/m2) tras un incremento interanual del 8,8%; pero le ha alcanzado Girón-Villa del Prado (8,8 €/m2) tras subir allí los alquileres un 9,7%. Cerca se queda el entorno del Hospital (8,4 €/m2, +3,3%); y algo más discretos los números deRondilla (7,6 €/m2, +1,5%) y el paseo de Zorrilla-Cuatro de Marzo (7,5 €/m2, +4,3%). Pero sorprende Parquesol con un precio medio inferior al del resto de zonas reseñadas (6,9 €/m2, +5,4%), y por todo lo contrario llama la atención Delicias, con el metro cuadrado en 7,6 euros el pasado enero (récord) tras sufrir una escalada de precios del 17,8%. ¿Puede ser un error, o un cálculo automático desvirtuado o mal resuelto por la tecnología big data de Idealista? En teoría no porque, desde la oficina de Tecnocasa de la avenida de Segovia, por la información que manejan en la práctica, su director calcula que la subida interanual en su área de trabajo habría sido incluso mayor: «Del 20 o 21%», señala González, con el matiz de que ellos manejan precios de operaciones de alquiler cerradas, mientras el citado portal inmobiliario computa lo que se pide en sus anuncios.

González advierte además que «ya desde finales del año pasado» atiende un perfil de arrendatario poco habitual:«No es que sea algo muy continuado, pero ya hemos tenido clientes que venían a alquilar para compartir piso dos familias» y sobrellevar así las rentas actuales. Unos precios abultados en buena medida porque los propietarios repercuten los honorarios que ahora pagan a las inmobiliarias, así como por temor a que un desalojo o desahucio se ralentice y les dejen sin ingresos de forma indefinida por trabas de la joven y discutida ley de vivienda.

«El mayor miedo del propietario es sobre todo que se genere un conflicto con el inquilino y no pueda sacarlo», resume. Y en cuanto a las perspectivas a corto o medio plazo, «difícil manejar previsiones cuando hoy en día se modifican las cosas cada dos por tres», aunque el mercado no da signos de moderarse.